En medio de una pandemia globalizada y de las luchas intestinas entre los diferentes organismos que regulan el balonmano estatal, Bidasoa Irun y Helvetia Anaitasuna inician una nueva temporada de la Asobal con todas las incógnitas del mundo sobre el desarrollo de la competición de la regularidad.

Además de la controversia existente sobre los protocolos sanitarios a cumplir y las diferentes restricciones de acceso de público, la pugna de poder entre Federación y Asobal no ha hecho sino poner en entredicho un torneo que se iniciará de manera sorprendente con su segunda jornada –la primera y tercera han sido aplazadas– y bajo la amenaza de disolución de la asociación de clubes.

En este maremoto burocrático y sanitario, Bidasoa, que ha empezado con magnífico pie este pasado fin de semana tras eliminar al potente PAUC en la European League, se estrenará en el torneo doméstico visitando al Cangas Frigoríficos Morrazo, con la exigencia de pelear por los puestos cabeceros después de haber reforzado su plantilla con incorporaciones de lujo.

La llegada de Julen Aginagalde, galardonado como mejor pivote en las más importantes competiciones de la pasada década, debe aportarle a la escuadra guipuzcoana un plus de kilos y experiencia, en la que también gana en la portería, con el fichaje de Sierra, junto a las buenas maneras y envergadura del lateral Racotea.

Metas más humildes

Más humilde es la meta de un Anaitasuna que vuelve a reinventarse en otro agitado mercado veraniego, además de apoyarse todavía más en los frutos de su cantera. El guardameta Marcos Cancio y el pivote Aitor García vienen a unirse a Izquierdo y Ganuza en ese chute de savia nueva que viene potenciando en los últimos tiempos el club iruindarra.

El equipo tiene, además, nuevo patrón, en la figura de Quique Domínguez, técnico con experiencia en equipos de su tierra gallega y en el extranjero, quien deberá lidiar con el hándicap de un ampliado descenso a cuatro equipos.

Jacobo CUÉTARA

«La plantilla ha ganado en envergadura y experiencia»

Aunque los resultados acompañen, a Bidasoa le ha tocado un inicio competitivo muy duro.

Hay que verle el lado positivo a ello, pues un comienzo difícil ayuda a que el arranque del equipo sea con una marcha extra. Nos lo han dicho nuestros rivales en pretemporada, que se nota que vamos a jugar competición continental.

Para afrontar tanto compromiso, la plantilla se ha reforzado de manera importante.

Es cierto, está más equilibrada y hemos ganado en envergadura y experiencia, pero también va a ser necesario que las nuevas incorporaciones se amolden a nuestro estilo de juego y eso va a llevar su tiempo.

Y todo ello marcado por una situación de gran incertidumbre, con aplazamientos, posibles futuras suspensiones...

Hay muchos interrogantes e incógnitas, no estamos acostumbrados a parones de tantos meses y la capacidad que tengamos para adaptarnos a esta situación será muy importante.N.M.

Quique DOMÍNGUEZ

«Será necesaria cierta paciencia en los malos momentos»

Nuevamente, se han producido muchos cambios en la plantilla y una continuidad en la apuesta por la cantera.

Somos una plantilla tremendamente joven, con gran cantidad de jugadores que se encuentran en una fase de mejora. Les he visto con mucha implicación y actitud, pero será necesario que haya paciencia, sobre todo en los malos momentos.

Como nuevo que es en la plaza, ¿qué espera de su equipo?

Que sea reconocible en su manera de jugar. No soy muy original, pues me gustan los equipos fuertes defensivamente y con un ataque que circule con velocidad. Trataremos de meterle un ritmo alto a los encuentros y soy partidario de dejar libertad a los jugadores para que aporten de manera individual.

Dadas las actuales circunstancias, ¿hasta qué punto será importante el aspecto psicológico?

Habrá que manejarse en esta situación tan novedosa y no perder el rumbo ante posibles contrariedades. El propio desarrollo de la competición nos irá poniendo en nuestro sitio.N.M.