Kragh Andersen da el segundo premio al gran trabajo del Sunweb
El danés culminó la nueva demostración de buena labor colectiva de su equipo, que lanzó antes a Benoot y Hirschi. El Bora volvió a endurecer la etapa para dejar atrás a Bennett, pero Sagan desaprovechó su opción.

El Sunweb ganó ayer en Lyon con Soren Kragh Andersen su segunda etapa en un Tour en el que es el equipo que mejor trabaja colectivamente para el presupuesto y el nivel individual de sus corredores. Así ganó el jueves Hirschi tras el gran trabajo que hicieron Benoot y Kragh Andersen para lanzarle y ayer los tres mismos corredores fueron protagonistas en los últimos kilómetros al desgastar el flamenco y el suizo a sus rivales para que nadie pudiera seguir al danés en el ataque definitivo.
Y tras saltar Kragh Andersen tres compañeros se colocaron en las cuatro primeras posiciones del pelotón para impedir que se organizara la persecución y después de todo el trabajo tres ciclistas del Sunweb fueron capaces de colocarse entre los diez primeros de la etapa y otros dos entraron en un primer grupo de solo 50 unidades. No tiene los nombres de otros equipos, pero saca el máximo provecho a los corredores que tiene.
Al Bora le pasa lo contrario. Trabaja más que nadie para buscar una victoria de etapa y el maillot verde con Sagan, pero al final falla y el eslovaco no responde. Ayer volvió a romper el pelotón en el primer puerto para dejar atrás a Bennett y al resto de los sprinters, pero a la hora de la verdad en los últimos kilómetros no pudo evitar la fuga de Kragh Andersen y Sagan solo pudo ser cuarto al ser superado por Mezgec y Conssoni. Por eso sigue a 43 puntos de Bennet en la general del maillot verde.
Bora hizo muy dura la etapa
La etapa estuvo marcada por la estrategia del Bora, con la ayuda después del CCC, de romper el pelotón en el primer puerto de Segunda para dejar atrás a Sam Bennett, lo que provocó que una jornada de transición propicia para las fugas no lo fuera y se disputara a un ritmo altísimo.
La estrategia de Bora dejó sin opciones una primera fuga en la que entraron Bol (Sunweb), que cedió rápido, Theuns (Trek), que lo hizo después, y Küng (Groupama), que fue el último en ser atrapado a 80 de la meta.
El pulso entre el Bora y CCC con el Deceuninck y los apoyos que encontró duró hasta que faltaban 75 para la llegada, cuando los de atrás desistieron. Los equipos de Sagan, Trentin y Van Avermaet bajaron el ritmo, pero no pararon y eso les dejó sin opciones porque Kamna fue el único gregario de los dos equipos que llegó con fuerza a las dos cotas de cuarta de los últimos once kilómetros.
Nada más iniciar la primera a once de meta saltó Tiejs Benoot (Sunweb) y por detrás Kamna contraatacó, pero ahí quemó su última baza el Bora y tras el intento de Alaphilippe en la última subida de la Croix Rousse y de Hirschi en el descenso, saltó Kragh Andersen sin que nadie pudiera seguirle y sin que ningún equipo se organizara atrás.
Berasategi, campeón vasco
Xabier Berasategi (Laboral Kutxa), reciente ganador de la Vuelta a Cantabria, se impuso ayer en el campeonato de Euskal Herria élite y sub’23 tras ser el más fuerte en la subida del muro de Garrastatxu por delante de Julen Latorre y Xabier Isasa.
Tim Merlier (Alpecin) ganó la sexta etapa de la Tirreno-Adriático al sprint por delante del vencedor de las dos primeras, Pascal Ackermann, con décimo puesto de Alex Aranburu. Óscar Rodríguez y Víctor de la Parte también entraron en el primer grupo, como Simon Yates (Mitchelton), que sigue de líder.
Una etapa dura para marcar diferencias
El Tour presenta hoy una de las etapas más duras con tres puertos de entidad en los últimos 75 kilómetros, en los que se acumulan 3.500 metros de desnivel tras los primeros 98,5, que son llanos. Son 174,5 kilómetros entre Lyon y el alto del Grand Colombier. En el 110 se corona la Selle de Fromentel (1ª, 11,1 kms. al 8,1%). Se empalma su descenso con la subida del col de la Biche (1ª, 6,9 kms. al 8,9%), que se corona en el 129, y al acabar su descenso empieza en Culoz la subida del Grand Colombier (HC, 17,4 kms. al 7,1%), un puerto para marcar diferencias.
Hay un kilómetro casi llano y otro al 2,9% que bajan la media, pero la primera tercera parte del puerto es muy dura, con una media del 9%, y luego hay otros dos kilómetros enteros al 10%. Sin embargo las rampas más duras están en el primero, de hasta el 22%. Es un encadenado muy duro y en los dos últimos puertos los aficionados no podrán acceder a ver la carrera por la crisis de coronavirus.J.I.

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