En una jornada que amaneció muy positiva, el Ibex llegó pronto a los 6.800 puntos, pero apenas pudo salvar a última hora los 6.700 puntos. En concreto, terminó con 6.730,70 puntos, después de sumar un 0,21%. En Europa, solo Fráncfort (-0,23%) fue incapaz de esquivar las pérdidas, arrastrado por la caída del 13% de Bayer tras anunciar fuertes provisiones para cubrir los efectos negativos de la pandemia en su negocio agrícola. Por su parte, París ganaba un 0,43%; Londres, un 0,23%; y Milán, un 0,24%. Una hora después del cierre en Europa, el Dow Jones y el S&P avanzaban más de un 0,50%, mientras que el Nasdaq 100 subía más de un 1%.

Los inversores siguen con el miedo en el cuerpo por el avance la pandemia. El aumento de las restricciones en muchos países europeos y el estancamiento de la actividad manufacturera en la zona euro en setiembre les dan la razón. Ayer se conoció el índice PMI, que no superó los 53,7 puntos del mes anterior, mientras los gobiernos español y francés han reforzado las medidas para contener el virus en zonas con contagios elevados.

Al otro lado del Atlántico, donde también se dio un parón en la recuperación de la actividad manufacturera, pudieron celebrar un buen dato de paro semanal, el mejor desde la irrupción de la crisis sanitaria. Hubo 837.000 peticiones de subsidio, cuando se esperaban hasta 850.000.

En el Ibex, el más alcista fue Siemens Gamesa, que se anotó un 5,63% y supera a Telefónica (-1,80%) en capitalización bursátil. Nuevo golpe a los bancos, del que se salvó BBVA (+0,21%). Bankia perdió un 5,34%; Sabadell, un 4,24; Caixabank, un 4,03%; Bankinter, un 2,34%; y Santander, un 1,23%. Los títulos de Inditex (+2,10%) e Iberdrola (+1,76%) fueron el apoyo del índice.