La semana pasada cayó un metro de nieve en la zona del Mont Blanc y ante las perspectivas de este fin de semana con la tormenta Alex, se decidió adelantar el cierre de temporada de los refugios de Goûter y Tête Rousse que dan acceso a la montaña por la vía normal del valle de Chamonix. Hoy día las predicciones meteorológicas son mucho más precisas y el anuncio de fuerte temporal de lluvia y viento con previsión de inundaciones, desalojos en algunos lugares y cierre de escuelas en algunos lugares expuestos no ha impedido que para cuando estoy escribiendo estas líneas, lugares de los Alpes Marítimos, al norte de Niza, son ya zona de catástrofe, con desparecidos, poblaciones aisladas, etc. Estamos a principios de octubre y el ganado que pasta en muchas zonas de montaña todavía no ha bajado al valle a pasar el invierno y está al parecer en dificultades; otro imprevisto más. Lo inesperado es el problema normalmente, pero incluso con previsión… Año extraño este por el que transitamos, con la covid 19 por un lado, dificultando viajes, accesos a montaña, etc. y por otra parte impulsando una frecuentación masiva de espacios naturales más accesibles o directamente más famosos o conocidos por parte de la población, lo que ha hecho sonar las alarmas de los responsables de la conservación de dichos espacios (o de los que se preocupan por ello). Da la impresión de que todo va muy rápido y que los cambios que vendrán, que siempre vienen, son imprevisibles.