Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Nafarroa encara una semana difícil con datos que invitan al optimismo

La semana que comenzamos hoy va a ser determinante para la evolución de la pandemia en Nafarroa, según han admitido desde el Ejecutivo de Iruñea, donde probablemente se afronta el reto con algo más de optimismo después de que en los siete últimos días el número de contagios haya caído un 24%. Aunque no hay margen para la relajación.

El Instituto de Salud Pública y Laboral de Nafarroa reportó ayer 276 nuevos casos de covid, 31 más que el día anterior, y una tasa de positividad del 8,8%, bastante por encima de los porcentajes que la OMS considera que acreditan que la pandemia está controlada. Ese herrialde sigue encabezando además el ranking de las comunidades más afectadas por el covid en el Estado, justo por detrás de Madrid, y mantiene confinadas cuatro localidades, Azkoien, Funes, Faltzes y San Adrián, mientras que otras están «en naranja», según admitió el viernes la lehendakari, María Chivite.

Todos estos datos son tan ciertos como preocupantes. Sin embargo, hay otras cifras que permiten que Nafarroa afronte con cierto optimismo esta nueva semana, que las propias autoridades han calificado como decisiva para contener la crisis.

Así, durante la semana pasada –según los datos aportados entre el lunes y el domingo– el Departamento de Salud registró un 24% menos de personas contagiadas por el covid que en los siete días anteriores, 1.920 frente a 2.497, y si entonces no hubo ninguna sola jornada en la que el número de positivos bajara de trescientos, con un pico de 421 el miércoles, en la semana que concluyó ayer, solo en dos días se superó ese listón: el martes y el viernes. Y en uno de los casos se debió a un brote con 46 positivos, entre usuarios y trabajadores, en una residencia de Alesbes. Es un dato significativo, ya que la consejera de Salud dijo que el objetivo era conseguir una meseta de 300 casos diarios, para luego inflexionar.

En aquella rueda de prensa, Santos Indurain declaró que Nafarroa se encuentra en «un momento delicado» en el que no se puede permitir «ni la más mínima relajación». Pero con el transcurrir de los días parece haberse asentado la impresión de que la pandemia se ha estabilizado. Otro número que apunta hacia ello es el de la incidencia acumulada, que ayer era de 295 por 100.000 habitantes en los últimos siete días, bastante por debajo de los 384/100.000 que había el domingo anterior.

Asimismo, la positividad, aun siendo demasiado alta, por encima del 5% de referencia, solo ha superado en dos ocasiones el 10% durante los últimos siete días, una tasa que se rebasó prácticamente a diario en las jornadas anteriores, pasando del 14% en más de una ocasión.

Un mes de restricciones

En cualquier caso, esa «tendencia a la baja», a la que se refirió Chivite el viernes, sigue siendo precaria, y por ese motivo el Gobierno de Iruñea decidió prorrogar por siete días naturales más, hasta el próximo jueves, día 8, las medidas preventivas destinadas a reducir la curva de contagios adoptadas el pasado 11 de setiembre. De modo que se va a cumplir prácticamente un mes con medidas más restrictivas que en otros lugares.

Más, por ejemplo, que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde la estabilización comenzó antes, y ha propiciado que las cifras sean mejores que a finales de agosto y primeros de setiembre.

El Departamento de Salud de Lakua informó ayer de que el sábado se contabilizaron 318 casos, con una positividad del 3,8%, tasa que se repitió en otra ocasión la semana pasada, en la que también se registró el porcentaje más bajo de la segunda ola: un 3,5%. De los nuevos contagios, 165 se detectaron en Bizkaia, frente a 213 el día anterior; 111 en Gipuzkoa (34 menos); y en Araba 41 (la mitad que en la jornada previa). Además, ha habido un caso de una persona con residencia fuera de la CAV.

La evolución, por tanto, está siendo bastante buena en esos tres herrialdes, donde, sin embargo, aunque el inicio del curso no ha implicado por el momento un aumento de casos totales, sí ha dejado un dato llamativo: 710 escolares habían sido diagnosticados con covid hasta el 27 de setiembre, según se recoge en el plan Bizi Berri II, una cifra que no es desdeñable, sobre todo porque solo tiene en cuenta tres semanas de actividad lectiva y el curso dura nueve meses.