Las asociaciones navarras de hostelería Casco Antiguo, Asbana, Anapeh y AEHN reclamaron ayer al Ejecutivo de Iruñea un «plan de rescate y viabilidad» para un sector que creen «criminalizado», pues, según argumentaron, «la hostelería no es un foco de contagios» de covid.

Con el apoyo de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), que reivindicó este sector como «lugar seguro», las cuatro asociaciones hosteleras denunciaron en una ruedade prensa que su cierre responde a una «decisión política», no sanitaria.

«Somos un sector que no está dando ningún problema pero que sufre una situación injusta», sostuvo Ana Beriain, presidenta de AEHN. En en la misma línea, la presidenta de ANAPHE, Marian Rodríguez, puso en valor las medidas tomadas por el sector, con protocolos y formación a sus trabajadores, e indicó que con el cierre de los bares aparecen «los botellones, las fiestas y los fiestones» y el contagio social del covid, por lo que emplazó a que se denuncien y sancionen estos comportamientos porque «los avisos» no sirven, hace falta «que paguen».

También criticó la falta de comunicación del Gobierno con un sector que «no está dando problemas» pero al que «cierran por sorpresa», sin decirle «nada ni consultar nada». La hostelería, aseguró, «no puede más», y está en una situación «crítica».

Los hosteleros exigen un plan para su sector en línea con que se ha hecho en otros países de Europa, pues creen que la ayuda de diez millones de euros habilitada es «totalmente insuficiente» y si no se toman medidas temen que sean muchos los negocios que tras este nuevo cierre de 15 días puedan decidir no levantar más sus persianas.