CSKA MOSCÚ 89

TD SYSTEMS BASKONIA 86

No se pueden regalar 20 minutos en la cancha del CSKA de Moscú, porque entonces lo más normal es perder. Sí, TD Systems Baskonia remontó un 77-62 adverso en los cinco minutos finales, tras el terrorífico despertar de un Pierria Henry que hasta esos cinco minutos finales estuvo horroroso. Pero tras lograr el empate a 82 y 84, Darrun Hilliard, uno de los exbaskonistas del cuadro ruso, desniveló la balanza clavando su punto número 31, adornando aún más una estadística de 7 de 10 en los lanzamientos triples.

A los gasteiztarras, que se quedan con un balance de 2-4 en la Euroliga, no se les puede negar su lucha y que nunca se rinden, pero regalaron los 20 primeros minutos y si el partido no quedó sentenciado en el tercer cuarto, amén del partidazo de Youssoupha Fall, fue porque los de Dmitris Itoudis perdonaron lo indecible desde la línea de tiros libres –13 de 24 en tiros libres, por 12 de 24 en triples y 20 de 30 en tiros de dos–.

Dio igual que Mike James y Strelnieks causaran baja de última hora en el bando ruso, dejando a Daniel Hackett y al jovencito Khomenko como únicos bases locales. El italiano, Hilliard y el propio Khomenko se bastaron para bailar sobre un Baskonia que volvió a espabilar tardísimo. Perdió la friolera de 23 balones, muchos de ellos no forzados de la mano de un Pierria Henry cuyos números y capacidad de sumar una vez enrachado esconden un desempeño por lo demás calamitoso.

La buena noticia fue Youssoupha Fall. El senegalés corrigió el espeluznante partido de un Jekiri borrado, y el respiro que se dio en los pocos minutos de juego de Ilimane Diop –mal por su parte y peor tratado por los árbitros– le sirvió para sembrar el terror en la zona rusa en los minutos de remontada del Baskonia. Asimismo, Sedekerskis se mostró imperial en el rebote y hasta los minutos de Arturs Kurucs dieron de sí, incluyendo un triple que debe servir al letón para que se cargue de confianza.

Doble rabia

Tras el 47-35 del descanso, el CSKA perdonó desde la línea de tiros libres y eso lo valieron Peters, Giedraitis o Vildoza para sostener a los gasteiztarras, que llegaron al último cuarto con 66-58, soportando el chaparrón triplista de Hilliard.

El duelo se disparó hasta el 77-62 con una puntilla que pareció dar Shengelia. Pero en esas al fin despertó Pierria Henry y entre el de Virginia y Fall el duelo cambió por completo, hasta el empate a 84.

El CSKA tembló, salvo Clyburn y Hilliard, que clavó el 87-84. En la jugada siguiente erró Vildoza, dejando el remate en manos de un Milutinov que no erró.

Ivanovic: «Ya es hora de que juguemos los 40 minutos al mismo ritmo»

No quedaba otro remedio por parte de Dusko Ivanovic que aceptar el resultado final. «Hemos luchado hasta el final, pero el partido ha vuelto a caer del otro lado», pero el pronóstico y el tratamiento de cara a los próximos encuentros fue claro por parte del técnico montenegrino. «Ya es hora de que juguemos los 40 minutos al mismo ritmo», sentenció.

Y es que al de Bijelo Polje no le quedó otra que admitir que, «como en los tres o cuatro últimos partidos, no hemos empezado al ritmo adecuado: sin juego agresivo, perdiendo balones... Es difícil ganar en la cancha del CSKA con 23 balones perdidos».

«Luego, en la segunda mitad, hemos jugado mucho mejor. Encontramos nuestro juego, pero ya es tiempo de comenzar a jugar los 40 minutos a la misma intensidad y ritmo, independientemente de que juguemos bien o mal. Hemos tenido la opción de ganar, pero se ha vuelto a ir del otro lado. En fin, seguiremos luchando», sentenció Ivanovic. A. G.