Cisjordania tendrá un avión restaurante
Más de 20 años después de «aterrizar» en un terreno aislado, en un valle muy seco de la Cisjordania ocupada, cerca de Naplusa, un Boeing 707 está listo para el despegue, está vez como restaurante. Su fuselaje está ya libre de asientos y moqueta y preparado para albergar mesas y sillas y acoger a comensales. Es el original proyecto de los gemelos palestinos Atallah y Khamis al-Sairafi, de 60 años, que en 1999 compraron la aeronave a un israelí de Kikyat Shmona y la trasladaron a un terreno de su propiedad. Un proceso nada fácil que asombró a los habitantes de Naplusa, ya que desde este territorio palestino, sin aeropuertos ni aviones, no se puede volar. Y allí se quedaron avión y proyecto, aplazado por la segunda Intifada (2000-2005), y cuando lo retomaron, por las restricciones a la circulación y, después, por la pandemia. Los trabajadores se pusieron manos a la obra hace unas semanas y, con el morro y la cola pintados con los colores de las banderas palestina y jordana –negro, blanco, verde y rojo–, el avión tiene ya dispuestas, como en una pista, sus escaleras de embarque.