Javier Zubizarreta, alcalde de Azkoitia, escribía recientemente “La fuerza de la razón” en la revista “Kontzejupetik” en relación al homenaje a José María Piris en el que aplaudía «la capacidad para dialogar y llegar a acuerdos… hablando, escuchando más y más».

El último párrafo se lo dedicó a la residencia de mayores de Azkoitia, San Jose Egoitza, para negar que no se esté haciendo nada al respecto. «A veces es mejor, por prudencia, mantenerse en silencio. Hasta que llegue el momento de romper ese silencio. Y lo comunicaremos. Sin distorsiones y sin ruidos banales». Yo tenía la tonta idea de que el trabajo de un cargo público debía ser público, de que el pueblo no puede ser ajeno a ese «trabajo». Eso de «luz y taquígrafos» en Azkoitia es innecesario.

«A veces es mejor, por prudencia, mantenerse en silencio hasta que llegue el momento...», divino momento en el que desde el balcón principal del ayuntamiento les sea revelada la palabra a los gentiles. ¡Aleluya!

«Sí, estamos trabajando y avanzando» escribe el alcalde. No aclara quiénes ni cuánto. Sé que no están las trabajadoras con las que no acepta reunirse, tampoco los residentes ni los familiares, a pesar de lo mucho que valora «dialogar y llegar a acuerdos… hablando, escuchando más y más».

En fin que, no hay ruido más banal que un secreto de Estado.

(Preso politikoak aske)