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JAIZKIBEL
PIRINIOTAKO BIDEA

Más de 300 cimas del Pirineo brillan para unir Euskal Herria y Catalunya

La ANC y Gure Esku, en su primera gran iniciativa conjunta, iluminaron las cumbres de más de 300 montes de los Pirineos por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y, en particular, del vasco y el catalán. Para los organizadores, «la acción artística más grande de carácter político que se ha proyectado nunca en Europa» es el inicio de una colaboración a largo plazo.

Las primeras luces se encendieron en Catalunya, pues allá el sol se mete antes.
Las primeras luces se encendieron en Catalunya, pues allá el sol se mete antes. (GED-ANC)

Más de 300 cumbres del Pirineo comenzaron a llenarse de luz conforme el sol caía. Primero, en el lado catalán, donde anochece antes, y poco a poco llegando hasta las 154 cimas a las que se subieron voluntarios de Gure Esku Dago (GED), que treparon a los montes que van desde Jaizkibel hasta Benasque, en Huesca.

Fue en la cumbre más occidental, en la de Jaizkibel, donde Amalur Alvarez puso voz a las reivindicaciones de GED. «Estamos viviendo un día especial, emocionante, lleno de magia, que guardaremos en nuestra memoria. Esta combinación de reivindicaciones, naturaleza, montaña, noche y luz tiene una fuerza increíble. Está siendo posible gracias a la participación de miles de personas comprometidas con el futuro de nuestros países», afirmó Alvarez.

Para GED, «una vez más estamos demostrando el poder de la gente. Cada luz en la montaña es una estrella que ilumina el camino hacia la libertad y la soberanía de nuestros pueblos».

«Sumando fuerzas vascas y catalanas -prosiguió Alvarez- hemos sido capaces de iluminar todo el Pirineo, y si seguimos cooperando y sumando fuerzas, seremos capaces de avanzar en nuestros objetivos comunes. Apostamos por ello de cara al futuro, apostamos por nuevas iniciativas conjuntas, no solo entre entidades vascas y catalanas, sino también junto con organizaciones de otros pueblos de Europa y del mundo que luchan por ser libres y soberanos».

La portavoz de GED sostuvo que la acción de la Vía Pirenaica reivindica también una visión democrática de lo que son las fronteras. «Reclamamos que las fronteras se decidan democráticamente, con votos, y no con imposiciones, violencia o guerras. Queremos dejar claro, además, que para Euskal Herria y Catalunya el Pirineo no representa una frontera, sino un punto de encuentro para vascas y vascos y catalanas y catalanes de ambos lados de la cordillera».

Alvarez cambió al inglés para que sus palabras encontraran un eco mayor más allá de las fronteras de los estados que se reparten Euskal Herria. Pidió respecto para la lengua, la cultura y los derechos civiles, políticos y democráticos: «We demand respect for our languages and cultures, we demand respect for the civil and political rights of each and every one of our citizens, we demand respect for the democratic will of our peoples».

Tanto GED como sus contrapartes catalanas (además de la ANC, participó la Federació d’ Entitats Excursionistes de Catalunya (FECC), y contó con la colaboración de Òmnium Cultural y Artistes de la República) entienden la de ayer como su primera gran movilización conjunta, que dará pie a una relación a largo plazo.

Las naciones vasca y catalana no están, sin embargo, solas en su empeño por alcanzar la soberanía a través de la autodeterminación. Desde la organización remarcaron que están siguiendo de muy cerca la evolución de los procesos que se están llevando en Escocia y en Irlanda, así como en la necesidad de acompasar tiempos y plantearse dónde quieren estar cuando vuelva a celebrarse un referéndum en Europa.

Una acción tan espectacular y bella como la de anoche requirió de una logística impresionante y de que miles de personas sumaran fuerzas, cada una hasta donde llegara. Así, las cimas fueron catalogadas como rojas o verdes, en función de su dificultad y el riesgo. Las verdes fueron las más concurridas, mientras que quienes iluminaron las rojas debieron acreditar primero su pericia montañera.