Ariane KAMIO
DONOSTIA
ZINEMALDIA 2022

«Los reyes del mundo», de la lucha anónima a la Concha de Oro

Zinemaldia, en su 70ª edición, vuelve a reforzar la tesis de que el cine es un instrumento para conmover al público y remover conciencias. Esta vez, la Concha de Oro viajó hasta la Colombia más cruda para dar voz a la lucha diaria de «Los reyes del mundo». En cuanto al panorama vasco, Premio Irizar para «Suro», de Mikel Gurrea, con mención especial para María Elorza.

Imagen de los premiados de esta edición, anoche al término de la gala de clausura.
Imagen de los premiados de esta edición, anoche al término de la gala de clausura. (Andoni Canellada | FOKU)

Era una noche de glamour. Así lo deberían pronosticar al menos todos los protocolos preestablecidos antes de inciarse la gala de clausura de Zinemaldia. Alfombra roja -empañada por la lluvia-, lujosos trajes y un Kursaal engalanado que recibiría a las mayores estrellas que han visitado este festival.

El protocolo se cumplió y lo que dictaba el guion -de nuestras altas esferas- no se saltó ni una coma. Sin embargo, todas aquellas personas que hayan visitado este año -y otras ediciones anteriores- el Festival Internacional de Cine de Donostia sabrán que lo que se cuece en el centro de la capital guipuzcoanoa los días que dura el certamen va más allá del protocolo previamente establecido.

La Concha de Oro entregada ayer fue una muestra clara de que en Donostia -a pesar de celebrar una “impecable” gala de clausura- lo que impera es la calidad cinematográfica y que no existe lugar para diferenciar estratos sociales. Las historias de personas anónimas son muchas veces las que con más fuerza se consolidan en este certamen y “Los reyes del mundo” dieron fe de ello ante un Kursaal repleto y entregado a su nueva Concha de Oro postpandémica.

Rá, Culebro, Sere, Winny y Nano son cinco chicos de la calle de Medellín, sin familia, sin nada, que emprenden un viaje hacia Nechí, en el Bajo Cauca, en busca de la tierra que expropiaron a la abuela de Rá -el mayor de la familia de amigos con 19 años-, en busca de un pedazo en el mundo donde reinar. En ese viaje a la tierra prometida comprenderán que nada tienen de diferente la ciudad, el mar, la montaña y la selva: de igual manera se tragan a las personas.

Los jóvenes Carlos Andrés Castañeda (Rá), Davison Florez (Sere), Brahian Acevedo (Nano), Cristian Campaña (Winny), Cristian David (Culebro) se han estrenado como actores en “Los reyes del mundo”, un largometraje de la directora colombiana Laura Mora. Ellos son los supervivientes del mundo que les ha tocado vivir: el de las migajas, las humillaciones y la violencia. Y anoche estuvieron en Donostia para recoger el premio que les corresponde.

Durante la entrega del premio, el “eterno” agradecimiento fue para los protagonistas de la película. «Me gustaría que este premio pudiera dar cabida a la vida de estos reyes del mundo porque este fenómeno nos atraviesa a todos. Me gustaría que este premio sirviera para que estas historias fueran visibles y haya un futuro para ellos. Quiero agradecer a las mamás de estos chicos, que los han criado solas, y han confiado en nosotras para traerlos acá, pero gracias a ustedes por confiar en nosotros. Su vida -en referencia a los protagonistas- ha sido dura y gracias por la confianza que han depositado en nosotros. Gracias Laura por mostrarnos esta historia al mundo», señalaba visiblemente emocionada una de las productoras del film.

Más premios

Claro está, no fueron los únicos premiados de la noche. Abriendo el palmarés oficial, el premio a la Mejor Fotografía. El galardón fue a parar a manos de “Pornomelancolía”, dirigida por Manuel Abramovich, una de las cintas que ha generado polémica en esta edición después de que su protagonista, Lalo Santos, renunciara a venir a Donostia a presentar la película por el supuesto trato “incorrecto” recibido durante el rodaje. Fue el propio director quien subió al escenario del Kursaal a recoger el premio y apenas tuvo palabras para el protagonista de su cinta, aunque hizo alusión directa al tema que trata en la película. «Cuando pienso en la imagen de esta película pienso en la palabra visibilidad. Esta película busca dar visibilidad a temas relevantes y urgentes. Visbilizar el trabajo sexual, el VIH, la disidencia, las estructuras de poder que nos oprimen, las minorías, lo que está fuera de la norma, otras formas de empoderarse y también visibilizar sentimientos, la intimidad, los miedos y la soledad. Quiero dedicar este premio a los proyectos de arte que apuestan por imaginar otras formas posibles», dijo.

El premio al Mejor Guion fue para “Kong Xiu”, cuyo guionista mostró su agradecimiento a través de un vídeo. Este año, cuando nuevamente Zinemaldia apuesta por no asignar una Concha de Plata a la mejor interpretación por géneros, el jurado decidió otorgarlo ex aequo para Carla Quílez, por “La Maternal”, y Paul Kircher por su interpretación en “Le Lycéen”. Fue ella la primera en tomar la palabra. «Es mi primera experiencia como protagonista en una película. En ella se habla de las madres, y a mi madre le quería agradecer todo lo que hace por mí. No hay tiempo ni dinero para agradecer todo lo que ha hecho por mí. Y sobre todo a las chicas que hicieron la película. Agradecer a las mujeres guerreras y luchadoras que lo dan todo. Es un tema -el de las madres adolescentes- que no habla mucha gente». Tras un conmovedor discurso, llegó el turno del también muy joven Paul Kircher, quien dio las gracias al festival, al público, y al director Christophe Honoré por la oportunidad. La Concha de Plata por la Mejor Intérprete de Reparto la recibió Renata Lerman por “El sustituto”.

El jurado otorgó una mención especial -un premio opcional en cada edición- a “Runner” y la Concha de Plata a la Mejor Dirección fue a parar en manos de Genki Kawamura, autor de “Hyakka”, una sobrecogedora película sobre la pérdida de la memoria y las causas pendientes que quedan en la vida de cada uno. El japonés puso la guinda de humor a la gala: «He estado haciendo turismo vistando el Guggenheim, comiendo jamón y bebiendo txakoli y, cuando me han llamado, casi me sale el txakoli de dentro».

Antes de los premios del palmarés oficial, se otorgaron los denominados “paralelos”, entre ellos el Premio Irizar al Cine Vasco. En este caso fue “Suro”, de Mikel Gurrea, el galardonado de la noche. Maria Elorza recibió una mención especial por la cinta “A los libros y a las mujeres canto”. Todo en una ceremonia en la que el cine brilló por su talento.