Joseba ITURRIA
DONOSTIA
PRESENTACIÓN DEL TOUR 2023

El inicio en Euskal Herria provoca un recorrido diferente para escaladores

La afición vasca, representada por el lehendakari Iñigo Urkullu, protagonizó ayer la presentación del recorrido de la edición del Tour 2023, en el que la salida desde Euskal Herria con el inicio más duro de la historia y el inmediato paso por los Pirineos ha condicionado un trazado ideal para escaladores, con ocho etapas de alta montaña y una sola contrarreloj de 22 kilómetros exigente.

Christian Prudhomme, junto al recorrido del Tour del próximo año marcado por el comienzo en Euskal Herria.
Christian Prudhomme, junto al recorrido del Tour del próximo año marcado por el comienzo en Euskal Herria. (Anne-Christine POUJOULAT | AFP)

La presentación del recorrido del Tour 2023 en el Palacio de Congresos de París estuvo marcada por el reconocimiento a la afición vasca que va a acoger el Grand Depart con un programa que arrancará el 29 de junio con la presentación de los equipos en el Guggenheim y las tres primeras etapas que discurrirán del 1 al 3 de julio íntegramente por las carreteras vascas con finales en Bilbo, Donostia y Baiona.

Será el inicio más duro de la historia del Tour, que en 1992 también arrancó en Donostia con Miguel Indurain vestido de amarillo, con una prólogo ganada por el navarro en el inicio de su camino a su segunda victoria en la prueba. Entonces solo Donostia fue escenario del inicio de la carrera, al ser también salida y final de la primera etapa ganada por Dominique Arnould y el comienzo de la segunda, en la que se impuso el alavés Javier Murgialday en Pau.

El director del Tour Christian Prudhomme destacó en la presentación que desde entonces «nos suplicaban que el Tour volviera al País Vasco y esta edición vamos a cumplirlo y disfrutar de la pasión con la que la afición vasca vive el ciclismo y el Tour». Para ello las instituciones vascas pagarán doce millones de euros.

En la presentación se desveló el cartel del Grand Depart realizado por la ilustradora alavesa Raisa Álava y se proyectó un vídeo en el que se recordó la presencia entusiasta de los aficionados vascos con sus ikurrinas y camisetas naranjas en las carreteras y de las actuaciones de los ciclistas de Euskal Herria en la prueba.

Estuvieron presentes representantes de las instituciones vascas y el lehendakari Iñigo Urkullu pronunció un discurso en el que destacó que «esta presentación simboliza un sueño cumplido. Es un placer de Euskadi-País Vasco acoger el Tour. Las calles y los puertos se llenarán de entusiasmo por el ciclismo, con personas que vivirán con pasión las tres etapas, con una emoción que se quedará en nuestra memoria».

Añadió que «todas las instituciones vascas presentes en este acto queremos aprovechar esta ocasión para dar a conocer qué es y qué quiere ser el País Vasco en el mundo. Somos un país singular, con una cultura y un idioma propio, con valores arraigados».

El inicio más duro

La primera etapa será la más dura que jamás ha vivido un Tour con 182 kilómetros, salida y llegada en Bilbo y 3.300 metros de desnivel, con cinco subidas a Laukiz, San Juan de Gaztelugatxe, Morga, Vivero y Pike, dos kilómetros al 9%, 1.200 metros al 11%, cerca de la meta.

La segunda etapa del domingo 2 de julio también será exigente porque presenta 209 kilómetros entre Gasteiz y Donostia, con 2.900 metros de desnivel concentrados en la parte final con las subidas a Udana, Aztiria, Alkiza, Gurutze y Jaizkibel (8,1 kms. al 5,4%), que se subirá por Hondarribia y se coronará a 20 de la meta.

La tercera tendrá salida en Zornotza y la llegada en Baiona, con las subidas a Trabakua, Milloi, Itziar y Orio y nuevo paso por Donostia antes de cruzar el Bidasoa por Irun.

Comenzar en Euskal Herria ha condicionado el recorrido al encadenar las tres etapas vascas con las dos de Pirineos. La quinta acabará en Laruns tras subir Soudet, Ichére y Marie Blanque (7,7 kms. al 8,6%), a ocho kilómetros de la llegada, y la sexta tendrá el primer final en alto en Cauterets (16 kms. al 5,4%) tras superar Aspin y Tourmalet (17,1 kms. al 7,3). Eso obligará a los corredores a llegar en forma a una primera semana que acabará con el segundo final en alto en la novena etapa en el Puy de Dôme, 13,3 kms. al 7,7%, en el Macizo Central, sin público.

El recorrido presenta un récord de 30 puertos de Segunda, Primera y Fuera de Categoría, con ocho etapas de alta montaña, cuatro llegadas en alto y 3.404 kilómetros, con paso por las cinco cordilleras de los Pirineos, Macizo Central, Jura, Alpes y Vosgos.

En la cordillera del Jura llegará el tercer final en alto, en Le Grand Colombier, 17,4 kms. al 7,1%, en la decimotercera etapa, que enlaza sin descanso con los Alpes, donde estará situada la mayor dureza con tres etapas de alta montaña y la única crono ideal para los escaladores de 22 kilómetros con 650 metros de desnivel tras el segundo día de descanso.

El fin de semana anterior se disputan una primera etapa alpina con las subidas a La Ramaz y Joux Plane, con 4.100 metros de desnivel y final en Morzine, y la segunda con llegada en alto en St Gervais-Mont Blanc (7,2 kms. al 7,7%) tras subir antes Croix Fry, Aravis y Amerands, con 4.300.

Tras la crono llegará la etapa reina con más de 5.000 metros de desnivel y las subidas a Saisies, Cornet de Roselend, Longefoy y el col de la Loze, que se corona a 6,5 de la meta en el altiplano de Courchevel a 2.304 metros de altitud tras 28,4 de subida al 6%.

Después de dos jornadas para los sprinters el sábado se disputa la última etapa de alta montaña en los Vosgos antes del paseo a París, con seis puertos y final en Le Markstein. Se suben Ballon d'Alsace, La Croix des Moinats, Grossepierre, La Schlucht y el encadenado Petit Ballon-Platzerwasel, sin descenso hasta la meta.

Tadej Pogacar, ganador de dos Tours y segundo este año, dijo que «me gusta mucho el recorrido. Es una carrera dura desde el inicio con una primera semana complicada en el País Vasco y en Pirineos. Tiene mucha montaña y me gusta».

El Tourmalet en el femenino

También se presentó el recorrido del segundo Tour femenino organizado por ASO, que comienza el 23 de julio, el mismo día que acaba el masculino, como este año, pero no en París, sino en Clermont Ferrand, que acogerá la salida y llegada de la primera etapa.

La prueba pasará por el Macizo Central, que seleccionará la general, y acabará en los Pirineos, en Pau, con una contrarreloj de 22 kilómetros tras una penúltima etapa reina con 2.600 metros de desnivel, la subida al Aspin y el final en el Tourmalet (17 kms. al 7,3%).