Alaia SIERRA
TENENCIA DE ARMAS Y TIROTEOS

1.600 muertos en un mes delatan un problema permanente en EEUU

La Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense recoge «el derecho de las personas a tener y portar armas». Solo en el mes de enero se han contabilizado 52 tiroteos en masa y 1.600 personas muertas por armas de fuego. Aunque es un problema permanente, va más allá: un tercio es obra de gente que tenía prohibido ir armada.

Memorial en la sala de baile donde murieron 10 personas, en Monterey Park.
Memorial en la sala de baile donde murieron 10 personas, en Monterey Park. (Mario TAMA | GETTY IMAGES)

Estados Unidos sumó en el mes de enero 52 tiroteos masivos, que causaron la muerte de más de 80 personas, según los datos del Archivo de Violencia con Armas de Fuego (GVA, por sus siglas en inglés), que lleva la cuenta en tiempo real de todos los tiroteos que se producen en el país. Pero esa es solo la punta, con más eco mediático, del iceberg.

El GVA revela que, en todo enero, de las 3.712 muertes por armas de fuego 1.600 fueron consecuencia de asesinatos, homicidios, muertes no intencionadas o lo que denominan defensive gun use, esto es, en defensa propia. Suponen 51 al día, un número altísimo. El resto fueron suicidios.

El último tiroteo en masa con varios fallecidos ocurrió el 28 de enero en Beverly Hills, California, donde murieron tres personas y cuatro resultaron heridas. Sin embargo, los anteriores sucedieron con pocas jornadas de diferencia y prácticamente todos los días se registra alguno.

El más significativo entre los ataques de este mes tuvo lugar la noche del 21 en una fiesta que celebraba el Año Nuevo chino en Monterey Park, en California, donde mayormente viven personas de origen asiático. Murieron diez personas y el sospechoso era un hombre de 71 años que se suicidó después del tiroteo.

Otros se registraron en Utah, donde un padre mató a sus cinco hijos, su suegra y su mujer antes de dispararse a sí mismo; en un colegio de Iowa, donde murieron dos estudiantes y una profesora; en California, con siete muertos; en ese mismo estado, donde mataron a seis personas; uno más en Pennsylvania con cuatro heridos, y otro en Nueva Jersey, donde falleció una persona.

La violencia con armas de fuego es la principal causa de muerte entre hombres negros menores de 55 años y la segunda entre hombres latinoamericanos menores de 34, como indica la asociación Educational Fund to Stop Gun Violence (Efsgv).

Concretamente, este problema afecta sobre todo a hombres negros o de ascendencia latinoamericana de bajos recursos económicos y ocurre en las ciudades entre «individuos relacionados de manera no íntima», normalmente en público, en lugares como calles, parques o los porches de las casas.

Además, los barrios en los que más veces ocurren este tipo de incidentes coinciden con aquellos «afectados por las desigualdades económicas y sociales que pueden atribuirse al racismo, la segregación y las políticas discriminatorias actuales, como la zonificación excluyente o el encarcelamiento masivo», explica la Efsgv.

Por eso mismo, defiendeque la raíz de la proliferación de la violencia con armas de fuego va más allá del fácil acceso a ellas. La asociación cita la pobreza concentrada, la desigualdad de ingresos, el acceso fácil a las armas por parte de personas con un alto riesgo de cometer actos violentos, la vivienda pública con fondos insuficientes, la de oportunidades y la percepción de desesperanza, los servicios públicos con pocos recursos y las escuelas de bajo rendimiento.

Más ventas que nunca

El factor más alarmante es que la venta de armas aumentó significativamente con la pandemia del covid. Las cifras casi se doblaron. Según explicó “NBC News’ en mayo del año pasado, en 2020 fallecieron más niños y niñas que nunca por armas de fuego y los tiroteos se acentuaron.

En marzo de ese año, el mes en el que gran parte del mundo se confinó, la venta de armas subió más que nunca en los últimos años y aumentó en aproximadamente un millón. Unos meses más tarde, en junio, después de que en mayo un agente de la Policía matara a George Floyd, las ventas volvieron a elevarse.

Según “The Guardian”, en la última década, los estadounidenses han comprado unos 150 millones de armas, que sumadas las ya existentes significa que hay más armas de fuego que personas. Según datos de la organización suiza Small Arms Survey (SAS), el promedio es de 120,5 armas por cada 100 habitantes, más de 393 millones de armas circulando, de forma legal o ilegal. Esta cifra dobla la registrada en Yemen, el segundo Estado con más armas por persona del mundo, con 52,8 armas por cada cien habitantes.

Esta situación se deriva de que las armas de fuego se relacionan comúnmente (y paradójicamente) con la seguridad. El argumento principal de quienes defienden la posesión de un arma de esta clase es que es útil ante, por ejemplo, un intruso en casa, para así poder «proteger a tu familia».

Es el caso de la asociación U.S. Concealed Carry que trabaja a favor de portar armas, como una pistola, de manera oculta para defensa propia, una práctica conocida como concealed carrying. Cuenta con más de 715.000 socios y, según dice, desde su creación en 2003 han «salvado» más de 183.000 vidas. Su lema es “Evita el peligro, salva vidas y mantén a tu familia a salvo”.

Control y «sentido común»

Según apunta “The Guardian”, varios de estos tiroteos se han producido en California, pese a que en ese estado la legislación respecto a la tenencia de armas, principal debate entre sus defensores y sus detrasctores, es de las más estrictas del país, según recoge la CNN de las asociaciones Everytown for Gun Safety y The Guiffords Law Center.

De acuerdo con The Trace, un medio digital dedicado en exclusiva a la violencia con armas de fuego, un tercio de los tiroteos masivos entre 2016 y 2020 fue perpetrado por personas que tenían prohibido, por ley, llevar un arma.

Como explica Guiffords Law Center en su página web, cada estado tiene una legislación distinta, dividida en cinco categorías: A, B, C, D y F. La A agrupa a los más controladores y la F, a los menos, según los requisitos para obtener armas legalmente.

Así, los estados que más controlan quién puede poseer un arma de fuego son California, Connecticut, Illinois, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey y Nueva York. Los más permisivos son la gran mayoría, y entre ellos destacan, por el número de víctimas mortales, Alabama, Alaska, Louisiana y Mississippi.

La asociación recalca que «durante más de una década estos datos han demostrado que las leyes sobre armas basadas en el sentido común previenen la violencia armada, pero solo en los estados con la valentía de promulgarlas».

El «lobby» de las armas

La agrupación más poderosa dentro de los defensores de las armas es la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que tiene como fin defender el derecho a poseerlas tanto para la defensa personal como para fines recreativos. Según la propia asociación, cuenta con cinco millones de integrantes, aunque no dan una cifra exacta y hay quienes la ponen en duda.

La NRA está entre los grupos con más influencia dentro del llamado lobby de las armas. Según recoge Al-Jazeera de Open Secrets, entre 1998 y 2020, los grupos partidarios de las armas pagaron 171,9 millones de dólares para influir en la legislación sobre este tema. 63.800.000 de ellos procedieron de la NRA.

Entre los años 1990 y 2020, estas organizaciones también destinaron 54,4 millones de dólares directamente a las campañas electorales de políticos, casi en su totalidad republicanos. Los principales beneficiarios en 2022 fueron los senadores republicanos Rand Paul y John Kennedy, que recibieron más de 38.000 dólares cada uno.

Durante el mes de enero que acaba de dejar atrásha habido, de media, 1,7 tiroteos al día en Estados Unidos y el problema es persistente. Mientras tanto, con la segunda enmienda como base, las leyes que regulan el uso de armas de fuego varían y parecen no ser eficaces cuando un tercio de los tiradores no tiene licencia y el lobby de las armas continúa siendo tan influyente.