Mikel INSAUSTI
LA INSPIRACIÓN. EL GRAN PIRANDELLO

El teatro popular en su fase de experimentación

Ante todo el veterano cineasta Roberto Andò, natural de Palermo, reivindica el origen siciliano de Pirandello, con la vuelta a casa del autor ganador del Premio Nobel. Y para interpretar a tan gran dramaturgo el elegido es, como no podía ser de otra forma, Toni Servillo, un gigante de la actuación al que jamás se le ha resistido ninguno de sus muchos personajes históricos. En un particular más difícil todavía, acierta a conjugar su vena dramática con la comicidad que incorporan a la película la pareja de humoristas compuesta por Salvatore Ficarra y Valentino Picone, y de esa fusión nace una película muy felliniana y muy especial, que le permite a Andò imaginar cuál fue la inspiración para que Pirandello escribiese su obra maestra “Seis personajes en busca de autor” (1921).

Una creación revolucionaria en su tiempo, que resultó a la postre fundamental para introducir la realidad y el costumbrismo populares en los escenarios teatrales. Por eso recrea a Don Luigi en su fase de experimentación, jugando a inspirarse en típicos y absurdos paisanos sicilianos de principios del siglo pasado.

El pretexto para el regreso de Luigi Pirandello a su tierra natal en 1920 es la celebración del ochenta cumpleaños de su amigo, el escirtor Giovanni Verga, pero la visita coincide con el fallecimiento de la anciana que fue su niñera. Deseoso de hacerle un funeral y un entierro con todos los honores, se pone en contacto con una curiosa pareja de sepultureros, que de noche se dedican al teatro aficionado y preparan una representación con una compañía local.

La función es un desastre, porque los problemas personales de Bastiano y Nofrio, que así se llaman los socios de la funeraria, interfieren durante el ya de por sí esperpéntico espectáculo. Don Luigi se inspira entonces en esa intromisión de la vida corriente en el escenario, algo que al propio público le costará aceptar por verse allí reflejado.