Raimundo FITERO
DE REOJO

Pertinaz goteo desinformativo

Existe una tendencia a la abstracción informativa que linda con la manipulación y la desinformación sistémica. Sobre la guerra en Ucrania se empieza a notar una aglomeración de viscosidades incomparables con otras circunstancias. Partiendo de la evidencia de que estamos ante un asunto que no se puede atrapar en una cuartilla, ni en un tratado de filosofía de la guerra, debemos hacer un poco de demagogia de usuario espontáneo e imaginarse qué sucedería si en los noticiarios de occidente colocaran durante un periodo de tiempo concreto los muertos de verdad habidos en el conflicto ucraniano, el palestino o cualquiera de los invisibles que existen en África. Sería un magnífico ejercicio para entender el goteo desinformativo.

Porque nos quejamos de las mentiras a granel, de las manipulaciones groseras, pero lo que deteriora de verdad los tejados de los convencimientos sociales son las constantes gotas persistentes, indiferenciadas, camufladas de riego por aspersión o precipitaciones estacionales, pero que no cesan de intoxicar, de perforar la resistencia de la ciudadanía más propensa a la estabilidad emocional. No es una cuestión únicamente política o partidista, no, esos goteos desinformativos planificados tienen mucho que ver con la alimentación, la economía cotidiana, la sanidad y se utilizan aditivos como felicidad, obesidad, inversión o seguridad, de tal manera que, de tanto colorear el agua marrón de las cloacas, parezca de azahar, pero con efectos directos para la conciencia individual y la cuenta de resultados de la banca, que es la única verdad absoluta.