La Prefectura de Pirineos Atlánticos activó ayer la alerta amarilla ante la previsión de olas de inmersión en la costa labortana. Una situación que, a expensas de observar el desarrollo de esa mar revuelta, podría prolongarse durante todo el fin de semana. Ante ello, la Alcaldía de Biarritz, por ejemplo, comunicó las medidas habituales en caso de fuerte oleaje, como la prohibición del baño y el cierre de los accesos a lugares muy visitados como la Roca de la Virgen o el Faro. «La conjunción de las olas, de los coeficientes de las mareas y de la dirección del viento son favorables al despliegue de una ola Belharra a primera hora de la mañana del viernes», auguraba la Prefectura de Pirineos Atlánticos; una previsión que se vio cumplida, ya que la mítica ola hizo acto de presencia para satisfacción de las curiosas y curiosos que se acercaron a la carretera del litoral entre Urruña y Ziburu. El organismo estatal incidía en su nota en que los acantilados próximos a esa carretera «son particularmente sensibles a la erosión con alto riesgo de derrumbe» y recordaba que las sendas para hacer ese camino a pie llevan cerradas desde el 10 de noviembre de 2021.