Raimundo FITERO
DE REOJO

Interferencia electoral

Acusado de treinta y cuatro supuestos delitos, el reincidente delincuente Donald Trump llama a eso interferencia electoral, lo que es una magnífica idea de sus asesores para enmascarar todas las acciones que desde la fiscalía y el juez se determinen contra este hombre que se asemeja cada vez más a un Gran Problema para toda la sociedad americana y que los que tenemos sospechas fundadas de que EEUU es un peligro global, encontramos en su figura la confirmación de que ese capitalismo salvaje fundacional es siempre nefasto para la inmensa mayoría de habitantes de la Tierra.

Así que cada vez que entre la Policía en la sede del PP europeo en Bruselas se puede considerar interferencia electoral, lo que hace que el hombre menguante y que da signos de incapacidad lectora pueda decir en horas una cosa y la contraria sin que sus asesores Borja Mari y Maroto puedan enmendar sus meteduras de pata. Eso sí tiene al novelista González Pons de escudero en la retaguardia y a un señorito andaluz, Elías Bendodo, para intentar cortocircuitar todas las interferencias con actitud trumpista de primer grado.

Y es que, de nuevo, la supuesta bióloga Ana García Obregón da en portada material para la controversia ya que declara, previo pago, que ella es la madre oficial de la niña comprada, pero a la vez abuela, porque se usó el semen de su hijo, cumpliendo una promesa no escrita, ya que era un deseo del fallecido tener descendencia. O sea, el culebrón va ganando intensidad y los debates se abren y se cierran sin solución de continuidad. Yo noto interferencia legal en todo este tinglado.