Raimundo FITERO
DE REOJO

Siempre en camiseta

La camiseta es la herramienta más útil, práctica y visible de comunicación. Es en sí misma un mensaje, pero cuando se utiliza su parte delantera y/o trasera como espacio para opinar, denunciar, significarse, adquiere valores inalcanzables para otros medios de comunicación social, además, de la manera más personal e intransferible, sin posibilidad al equívoco y abriendo, por ello, una ventana al mundo para que sepa que estamos ahí y somos o queremos ser lo que anunciamos.

Miro mis armarios y anaqueles y encuentro decenas, quizás centenas de camisetas, la mayoría de ellas pertenecen a eventos culturales en los que he participado, pero también una parte de ellas llevan mensajes muy concretos que son muy importantes. Las más usadas por pertenecer a tiempos más activos llevan consignas políticas, incluso partidistas. Esas forman parte de mi memoria, pero es raro el día que no visto una camiseta, tomada al azar, o buscando que lo que exprese acompañe mi estado de ánimo o mi solidaridad con alguien o algo. Este uso continuado me define y me coloca en una generación identificable.

Por eso que Aitana Bonmatí, una jugadora de fútbol, campeona de Europa con su equipo aparezca con una camiseta en donde se lee que cambiemos de mentalidad, acojamos a los refugiados, tiene un valor superlativo. Se trata de certificar que estamos ante un ser humano que, en unos momentos eufóricos, señala una realidad vergonzante. Su gesto político supera cualquier contingencia, es un mensaje claro, con capacidad para concienciar. Es un ejemplo superador de tópicos.