Las bolsas siguen bajo la presión del miedo a unos tipos de interés altos por un tiempo mayor del esperado hace pocos meses. Además, la pausa de la Fed en la última reunión vino acompañada de un aviso: puede haber más alzas si así lo aconsejan los datos.

El pesimismo se hizo notar con todas las bolsas europeas a la baja y una salida mixta en Wall Street, que trataba de consolidarse en la zona de ganancias a la hora del cierre en Europa.

Por otro lado, los índices PMI de septiembre de la zona euro, aunque mejoraban, siguen todavía lejos del nivel de los 50 puntos, frontera que separa la expansión de la contracción.

El índice compuesto sube de los 46,7 puntos a los 47,1 puntos, y el de servicios llega hasta los 48,4 puntos, desde los 47,9 puntos de agosto. En Estados Unidos, el índice manufacturero se sitúa en los 48,9 puntos, y el de servicios en los 50,2 puntos.

El Ibex logró salvar los 9.500 puntos por un escaso margen, tras haber marcado un mínimo de 9.477 puntos. Al cierre se dejaba un 0,49%, hasta los 9.502 puntos. En la semana recorta un 0,50%, reduciendo su ganancia anual al 15,47%. En el resto de bolsas europeas, las pérdidas eran mayoritarias. París cedía un 0,40%, Fráncfort, un 0,09%, y Milán, un 0,49%. Solo Londres (+0,07%) esquivó los números rojos.

Dentro del Ibex, los valores de servicios públicos y renovables lideraron las caídas.

Solaria perdió un 1,47%, Acciona Energía, un 1,39%, y Redeia -antes Red Eléctrica-, un 1,39%. Los títulos de Fluidra (+1,50%) fueron los más alcistas de la jornada.