El Ibex inició el último trimestre del año a la baja, volviendo sobre sus pasos después de haber recuperado el jueves los 9.400 puntos. Las negociaciones se vieron presionadas por el alza en la rentabilidad de la deuda, con el bono estadounidense a diez años rozando el 4,70%, y los débiles datos del PMI manufacturero de septiembre en la zona euro, que baja de los 43,5 puntos a los 43,4, encadenando 15 meses por debajo de los 50 puntos.

También pesaba en el ambiente el aviso del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, sobre las dificultades que quedan para poder vencer a la inflación a pesar de estar en marcha el proceso desinflacionario.

El Ibex, tras varios cambios de dirección, se decantó claramente por las pérdidas en las tres últimas horas de la sesión. En concreto, restaba un 1,16%, hasta los 9.319 puntos. Las plazas europeas más importantes también terminaron en rojo: París cedía un 0,94%, Fráncfort, un 0,31%, Milán, un 1,39%, y Londres, un 1,28%.

En Wall Street, a la hora del cierre en Europa, destacaba el avance superior al 1% en el Nasdaq 100. Los inversores no respondían con un optimismo plausible al acuerdo de última hora para evitar el cierre de la Administración estadounidense y la subida en el PMI manufacturero del ISM, que pasa de los 47,6 puntos a los 49, acercándose a la zona de expansión.

En el Ibex, las ganancias eran lideradas por Unicaja (+1,28%), mientras que los valores de Solaria (-3,82%), Acciona (-3,44%), Fluidra (-3,41%) e Iberdrola (-3,11%) registraron las mayores caídas de la sesión.