Koldo LANDALUZE
Crítica cinematográfico

Roger Corman

Roger Corman fue un visionario, creó películas que desafiaron las normas establecidas de su época. Con una filmografía que supera las trescientas obras, dirigió cerca de medio centenar de películas.

Su fallecimiento el pasado 9 de mayo, a la edad de 98 años, marcó el fin de una era.

Será recordado principalmente como el director de “La pequeña tienda de los horrores” y “La caída de la casa Usher”. La clave de su método radicaba en la economía y la eficiencia: planteamientos condensados, presupuestos ajustados y una semana de rodaje.

Martin Scorsese, al referirse a su experiencia con Corman, recordó que «yo tenía 28 años y acababa de realizar ‘Alguien golpea mi puerta’ (1968), bajo los auspicios de la Universidad de Nueva York.. Cuando conocí a Roger lo primero que me dijo es que le había encantado mi película y me pidió que hiciera la segunda parte de ‘Mamá sangrienta’... Me encontré a un sujeto amable y refinado y, a la vez, un jefe decidido, severo y capaz de explicar las tácticas».

La sabiduría de Corman destacaba en su enfoque de contar historias y su lema siempre fue «lo que tienes que conseguir es un primer rollo bueno... Lo demás importa poco».

Su influencia trascendió la industria del cine y sirviendo de inspiración a numerosos cineastas. Adaptó relatos de Poe desde una óptica en la que lo moral era perturbador.