España se mete en la final tras reaccionar ante una Francia sin filo
Un gran gol de Lamine Yamal (m.21) y un segundo de Dani Olmo (m.25) le permitieron al grupo de Luis de la Fuente remontar a una escuadra bleu que se adelantó por mediación de un cabezazo de Kolo Muani (m.9), pero que no tuvo ni brillo ni eficacia.
España estará en la final de la Eurocopa gracias a su potencial ofensivo y personalidad, que le permitieron reaccionar cuando más lo necesitaba ante una Francia que no tuvo ni brillo ni filo. Además, los pupilos de Luis de la Fuente batieron un récord del torneo, al encadenar seis victorias consecutivas, corroborando su gran papel en el campeonato.
Lejos de encorsetarse en lo táctico, como cabía esperar de un duelo de esa altura competitiva, ambos conjuntos se enfrascaron en un toma y daca del que los bleus salieron airosos en primera instancia. Las dos individualidades más pronunciadas de cada bando, Mbappé y Lamine Yamal, hicieron acto de aparición ya desde los primeros minutos, pero fue el futuro jugador del Real Madrid el que puso un balón en bandeja para que, incrustado entre Laporte y Cucurella, Kolo Muani rematase con la testa a las redes.
Un panorama inmejorable para los pupilos de Didier Deschamps, que hasta ese momento solo habían encajado una diana durante todo el torneo, y que un marcador a su favor les venía como anillo al dedo para su juego de contener y salir rápido a la contra. Pero enfrente tenían al combinado que mejor imagen ha ofrecido en la Eurocopa y que cuenta también con futbolistas que pueden desequilibrar un encuentro en apenas un abrir y cerrar de ojos.
En declaraciones previas al envite, Rabiot había señalado que a Yamal todavía le quedaba pendiente tener una buena actuación para ganarse el derecho a jugar una final. Pues bien, el imberbe azulgrana sorteó al locuaz rival en el 21 y se sacó un zurdazo ajustado a la escuadra que besó las redes tras golpear en el poste.
Todo un golazo que le dio un impulso terrible a los de Luis de la Fuente, hasta el punto de que, en solo cuatro minutos, ya le dieron la vuelta a la tortilla. Con un movimiento soberbio, Dani Olmo quebró la cintura a su par y chutó a portería, superando a Maignan y no pudiendo evitar Koundé el 2-1 tras golpear el cuero en su bota, en el que sería el resultado a la postre.
CONTROL
Tras el descanso sí que se vio un duelo mucho más controlado, especialmente por parte del bloque hispano, frente a una Francia que careció de colmillo, pese a necesitarlo como el comer para no verse apeada. Su gran estrella, Mbappé, que no lo ha sido en esta Eurocopa, fue el mejor exponente de esa falta de pegada tan necesaria.
De sus botas salieron las mejores oportunidades, pero sin puntería. Primero por el carril zurdo y después, con la salida de Barcola, ejerciendo de falso ariete, el parisino chutó muy flojo a las manos de Unai Simón (m.57) y mandó a las nubes otro disparo (m.86) de esos que no suele fallar.
Mientras tanto, España vivió de las rentas, no arriesgó en la salida ni cometió errores atrás, defendió con las líneas bien juntas e incluso pudo anotar el tercero en otro lanzamiento inspirado de Yamal.