Niamh Fisher-Black se hizo con la tercera etapa del Giro, que discurrió entre Sabbioneta y Toano sobre un trayecto de 113 kilómetros, al ser la más fuerte en este último puerto de segunda categoría, con una pendiente media del 4,8% sobre 12,5 kilómetros.

La ciclista neozelandesa fue la que tuvo mejores piernas de la selección final que realizó el equipo Canyon-Sram, que provocó que poco más de una decena de corredoras aguantasen en cabeza. De ese selecto grupo saltó Fisher-Black, cuya rueda trató de seguir Mavi García (Jayco), pero la mallorquina no pudo con el ritmo de su rival y cedió a falta de medio kilómetro para la llegada.

Tampoco lo hizo el trío que parece con más opciones de pelear por el triunfo final de la corsa rosa. Lotte Kopecky (Sd Worx), Juliette Labous (DSM) y Elisa Longo Borghini, en ese orden, entraron por detrás, pero a apenas seis segundos de la ganadora.

Las tres comandan ahora mismo la clasificación general, que encabeza la piamontesa, después de ganar la contrarreloj inicial, con una diferencia de 13 segundos sobre Lotte Kopecky y 25 en el caso de Juliette Labous.

Este miércoles se disputará la cuarta etapa, que enlazará las localidades de Imola y Urbino, sobre una distancia total de 134 kilómetros, con un perfil bastante escarpado en su tramo final.