Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

Angélica Liddell y la escena vasca

Angélica Liddell está presentando en los Teatros del Canal de Madrid institución perteneciente a su Comunidad la obra “Dämon. Funeral para Bergman” que estrenó en julio en Avignon.

En Francia se creó una polémica por el señalamiento que hace de periódicos y firmas que ella considera la han humillado y faltado al respecto con sus críticas. En dos líneas despacha a la crítica española reduciéndola a la nada. El espectáculo con más de veinte personas en escena contiene todos los ingredientes que suele manejar actualmente esta artista es una de las grandes creadoras en Europa donde hace sus producciones y sus actuaciones.

Por condiciones económicas y el contenido de sus espectáculos no tiene mucha cabida en las programaciones habituales estatales. Solo en Temporada Alta de Girona, el Grec de Barcelona y Madrid, curiosamente en espacios de titularidad de la comunidad. Algo para estudiar.

Gozando de un teatro a rebosar de estas dos horas y media de texto, imágenes, músicas, conceptos y movimientos recordaba que la Liddell actuaba con asiduidad en La Fundición de Bilbo, en la feria donostiarra, incluso una editorial vasca fue la que le apoyó incondicionalmente publicándole sus primeros ocho o diez textos.