Xole ARAMENDI
DONOSTIA

Una denuncia por violación continuada que sacude los cimientos de la familia

Miguel Bernardeau, Loreto Mauleon, Nagore Aranburu, Alauda Ruiz de Azúa e Iván Pellicer, ayer en el Kursaal.
Miguel Bernardeau, Loreto Mauleon, Nagore Aranburu, Alauda Ruiz de Azúa e Iván Pellicer, ayer en el Kursaal. (Jon URBE | FOKU)

Alauda Ruiz de Azúa (Barakaldo, 1978) ha logrado impactar -conmueve y hace reflexionar- al público con “Querer”. Su tema central es el del consentimiento sexual en el marco del matrimonio, una cuestión con muchas aristas, tal y como refleja la serie. La directora lanza numerosas preguntas al aire que interpelan directamente al espectador.

La serie realizada para Movistar Plus cuenta el viaje judicial y familiar de una mujer, Miren Torres, quien denuncia a su marido, Iñigo Gorosmendi, por violación continuada tras treinta años de matrimonio. Un seismo que alcanza también a sus dos hijos, Aitor y Jon. Destaca el trabajo de todos los actores en la serie, especialmente Nagore Aranburu en el papel de la madre de familia. Conforman el elenco Pedro Casablanc, Miguel Bernardeau, Iván Pellicer y Loreto Mauleon.

En la rueda de prensa posterior a la proyección, la directora estuvo acompañada por los principales actores -no viajó a Donostia Pedro Casablanc- y por los productores Koldo Zuazua, Juan Moreno y la representante de Movistar Plus Susana Herreros.

Ruiz de Azúa elige el formato audiovisual en función de la historia que quiere contar. «La fórmula episódica aportaba mucho en este caso». Tenía claro que quería utilizar un lenguaje cinematografíco, al tiempo que se ha valido de una de las ventajas de las series, «las elipsis radicales y bruscas».

La serie ofrece cuatro puntos de vista del mismo conflicto. “Querer” plantea interrogantes más que ofrecer respuestas. «La idea de partida que me alimentaba era poder hablar de algo estructural y político desde la intimidad de casa. Me gustaba. Existe una conciencia colectiva de que la violencia contra la mujer es sistemática, pero cuando juzgamos casos concretos esa conciencia se diluye y entramos en el terreno de preguntas y dilemas. Ha sido interesante ese viaje. ¿Cómo juzgamos en la cocina de casa cuando está en juego el afecto de un padre o una madre? Son dilemas no fáciles de responder», afirmó.

GRISES

Recordó el momento de recibir la propuesta de los productores Koldo Zuazua y Juan Moreno. «La propuesta era sobre una serie sobre el consentimiento en el matrimonio. Parecía un terreno sin explorar. La premisa era una denuncia de la mujer contra el marido. La cabeza se me disparó en muchas direcciones. Tenía muchas preguntas y sentí vértigo. La cuestión era ¿cómo ocurre eso? ¿Por qué grises se pasa antes de llegar a la violencia sexual? Alguien impone su deseo frente al otro y alguien cede ante al deseo del otro... ».

Es una serie contenida, sobria. «Tiene que ver con ser de aquí. También con cómo hemos enfocado el conflicto interno de los personajes. Independientemente de los hechos, en este conflicto nadie está seguro al 100 de lo que hace. Eso explica la contención a la hora de dejarte ir a algún sitio. No tomas las decisiones convencido. Las cosas quedan abiertas. Para los actores es muy complicado. Algo tira de ellos en varias direcciones».

«INTENSO Y GOZOSO»

Nagore Aranburu contó que «al llegar el personaje sentí la responsabilidad de intentar retratar algo que pudiese llegar a bastante gente. Al trabajar me lo quité de la cabeza y me centré en un caso individual. Me relajé». Calificó el trabajo de «intenso y muy gozoso». «Empaticé con el personaje. Trabajé con Alauda sus rutinas, los antecedentes antes de llegar al detonante, que es la denuncia que pone en comisaria. Arrancamos con incertidumbres. Alauda y yo trabajamos juntas para definir a Miren y el resto de personajes también me ayudaron. Creamos lazos entre ellos y luego eso se transmite en la serie», agregó.