Gaizka IZAGIRRE
HERNANI
GREAT ABSENCE

Interesante, pero muy irregular

FPelícula dirigida por Kei Chikaura que explora las complejas dinámicas familiares a través del lente de la enfermedad y el olvido. La película aborda temas profundos como la memoria, la pérdida y el impacto de la demencia en las relaciones familiares.

A través de una narrativa poética y visualmente evocadora, Chikaura utiliza un estilo que mezcla el pasado y el presente, creando una atmósfera cargada de melancolía y reflexión sobre el poder de la ausencia.

Sin embargo, y pese a que tiene momentos de gran belleza y ofrece una reflexión muy interesante, la falta de ritmo, la excesiva duración y la distancia emocional hacia sus personajes hacen que el resultado sea bastante irregular.

Uno de los mayores problemas es su ritmo extremadamente lento, raya en lo exasperante. Muchas de las secuencias son innecesariamente largas, llenas de silencios y pausas que no añaden profundidad, sino que solo prolongan una historia que apenas avanza; disfruto de las películas pausadas, siempre y cuando ese ritmo tenga una razón de ser, y en aste caso no es así.

A nivel visual, aunque la película cuenta con algunos planos bien compuestos, estos se vuelven repetitivos y sin un propósito real. Muchas de las escenas parecen existir solo para llenar tiempo, y el uso de planos largos acaba siendo más decorativo que significativo.

El protagonista es retratado como un hombre emocionalmente distante, pero esa frialdad nunca se transforma en un arco narrativo convincente. A lo largo de la película, no sentimos ningún crecimiento ni una evolución significativa en su relación con su padre, lo que deja la trama central sin un núcleo emocional fuerte.

En lugar de generar una reflexión profunda, solo consigue que el espectador pierda interés y, a veces, la paciencia.