Tres vizcainos, dos guipuzcoanos y dos navarros; un tercio de la plantilla del rutilante Racing que está rompiendo récords en la Liga Hypermotion es vasca. Pero el peso específico de los jugadores de Euskal Herria realmente resulta mayor; basta ver el 2-0 del sábado ante el Burgos, donde los más sobresalientes fueron Jokin Ezkieta bajo el arco e Iñigo Vicente en la creación (dio las asistencias de los dos goles, el primero marcado por otro vasco, Marco Sangalli).

El sello vasco siempre ha estado más o menos presente en El Sardinero, pero nunca tanto como esta temporada espectacular en su arranque. Lleva 11 puntos de ventaja sobre el tercer puesto, por lo que ya estaría matemáticamente en Primera si faltaran solamente tres jornadas. Solo ha perdido un encuentro. Y un dato más, casi inverosímil: ha ganado todos los partidos jugados fuera, los siete. Aun sabiendo que la Segunda resulta interminable, tiene la línea a Primera muy bien trazada cuando ya se ha cumplido un tercio de la competición.

El doble pivote lleva los nombres fijos de un soberbio Unai Vencedor y Aritz Aldasoro, titulares en todos los partidos. No solo los pulmones son vascos, también el cerebro: en su tercera campaña en Santander, Iñigo Vicente es el mariscal de campo del ataque cántabro, y saca su varita mágica un partido sí y otro también.

Marco Sangalli ha sido titular solo cuatro partidos, pero lleva ya dos goles. Uno aporta otro veterano, el durangarra Ekain, un peleas con olfato. Y también ha hecho solo un gol -pero qué golazo, en Ferrol- Jon Karrikaburu; el de Elizondo recupera nivel tras los pasos discretos por Leganés, Gasteiz y Andorra. El séptimo pasajero vasco de esta locotomora es Jokin Ezkieta (ante el Burgos sostuvo a su equipo tras quedarse con diez en la primera parte), que está despuntando como el mejor portero de Segunda División.