Gaizka IZAGIRRE
HERNANI
TIEMPO COMPARTIDO

Resistir el paso del tiempo

Tiempo compartido” es una especie de película autobiográfica, repleta de referencias personales y combinando un enfoque casi documental sobre el legado familiar del propio director (Assayas) con elementos de comedia. Una exploración del pasado, y al interior de sí mismo, que toma como punto de partida el confinamiento de abril del 2020.

Paul, un director de cine, y su hermano Etienne, un periodista musical, se encuentran atrapados en la casa de su infancia junto a sus parejas. Conversan sobre música, literatura, arte... pero también abordan temas como la familia y la propia la pandemia. Paul (Vincent Macaigne), el protagonista, actúa como un alter ego del cineasta, permitiéndonos adentrarnos en su personalidad y en su entorno familiar, social y espacial.

La pandemia sirve como pretexto para crear una película confesional, que explora todo lo que ocurre cuando casi nada sucede. El hecho de que sea un “confinamiento privilegiado” también influye en la trama; la casa está repleta de libros, es muy espaciosa y se encuentra en un pueblo rodeado de bosques.

Sin embargo, ese “todo lo que ocurre cuando casi nada sucede”, se vuelve aburrido y repetitivo; el guion no atrapa demasiado. La pandemia influyó significativamente en los guiones de las películas, transformó las temáticas, los enfoques narrativos y las formas en las que los guionistas abordan el tiempo, el espacio y las relaciones humanas, pero la escritura de “Tiempo compartido” no ha resistido el paso del tiempo y cuesta empatizar con algunos personajes.

Una obra algo menor de un director clave del cine francés de los años 90 hasta la actualidad.