Joe Biden se ha convertido en el primer presidente de EEUU que utiliza el indulto para librar de sus condenas a un familiar directo, en este caso su hijo Hunter por posesión de armas y delitos fiscales, pese a prometer que no lo haría, con criticas al sistema judicial, al que reprochó haberse dejado «infectar» por las presiones políticas.

Biden dijo en varias ocasiones que no utilizaría la prerrogativa del perdón presidencial para resolver los problemas legales de su único hijo vivo, que también se había declarado culpable de evasión fiscal en septiembre, lo que podría haberle supuesto hasta 17 años de prisión al tener antecedentes por tenencia de armas.

Hunter Biden había sido declarado culpable en junio de haber mentido en un formulario para obtener un arma al asegurar que no era consumidor de drogas, y haber poseído esa arma durante solo 11 días y sin que fuera usada en un delito, algo que, según el presidente, «casi nunca es llevado a juicio con cargos penales».

A su juicio, «los cargos en su caso solo surgieron después de que varios de mis oponentes políticos en el Congreso instigaran ataques contra mí y en oposición a mi elección».

Con su decisión, Biden no solo ha roto su promesa de no interferir en favor de su hijo, sino que, además, ha desdeñado los fallos de esas sentencias, afeando que hubiera sido condenado por un delito grave solo «por cómo rellenó un formulario de armas» y que se le llevara a juicio por delitos de evasión fiscal cuando habría valido con pagar lo adeudado «con intereses y multas».

Donald Trump aprovechó para pedir en la red social Truth el mismo trato a los condenados por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. «¿Ese perdón otorgado por Joe a Hunter incluye a los rehenes del 6E, que han estado en prisión durante años? ¡Qué abuso y fracaso de la Justicia!», exclamó Trump, que ha prometido perdonar a quienes asaltaron el Capitolio en defensa de una victoria electoral que no logró.