El alcalde de Donostia, Eneko Goia, presentó ayer su hoja de ruta para el año que está a punto de comenzar, con una serie de proyectos que, a su juicio, marcarán «un punto de inflexión en la historia» de la capital guipuzcoana. «Nos encontramos en un momento crucial para nuestra ciudad. El año 2025 estará lleno de retos y oportunidades que definirán nuestro futuro», resaltó.

Goia enumeró una batería de «proyectos clave», que dividió entre diferentes ámbitos. Así, en el capítulo de infraestructuras de transporte y movilidad, destacó la fase final de la pasante del Topo por el Centro, la Kontxa y el Antiguo, la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), o la electrificación completa de la línea 17 de DBus, entre Gros y Miramon, con «autobuses cero emisiones y nueva infraestructura de carga».

Bajo el epígrafe de salud y servicios sociales, recordó que el Gobierno de Lakua ya ha puesto en marcha las obras en lo que era el parking de la ciudad sanitaria, con el objetivo de construir un nuevo edificio de consultas externas y otro para el tratamiento del cáncer mediante protonterapia.

A estas infraestructuras se sumará el nuevo centro de salud en Txomin Enea, para dar servicio a este barrio y a Loiola, y la apertura de Villa Salia en la calle Jai Alai (entre Gros y Egia), que servirá como centro de día para personas en situación de vulnerabilidad.

En el capítulo de innovación y conocimiento, Goia destacó la puesta en marcha de un ordenador cuántico en Ibaeta por parte de la firma estadounidense IBM, que será el sexto de estas características en todo el mundo, el segundo en Europa. Además, uno de los objetivos en un futuro cercano es la ampliación del Parque Tecnológico de Miramon.

TRASLADO DE LA CÁRCEL

En lo referente a vivienda, subrayó el inicio, con retraso, de la segunda fase de Txomin Enea, coincidiendo con el traslado de la cárcel desde su emplazamiento actual hasta Eskuzaitzeta. También arrancarán las obras en el Infierno e Illarra, a la espera de que se resuelva el expediente de Costas sobre los terrenos de los cuarteles de Loiola, del que dijo que espera que los Reyes Magos traigan buenas noticias.

Respecto a las instalaciones deportivas del entorno de Anoeta, que tantas quejas vienen despertando, el alcalde de Donostia señaló que en 2025 arrancará la renovación del miniestadio -estaba anunciado que arrancarían a finales de 2024- y se redactará el proyecto de remodelación de Illunbe, para convertirlo en un auténtico pabellón multiusos.

Otras actuaciones a las que hizo referencia fueron la renovación del parque de Bidebieta, el nuevo bidegorri entre el Boulevard y el Kursaal, la mejora de accesibilidad en la Kultur Etxea de Loiola, la redacción del proyecto para una comisaría conjunta de la Guardia Municipal y la Ertzaintza en Egia o la rehabilitación integral del Peine del Viento.

Eneko Goia confía en que se implante una tasa turística que dote al Ayuntamiento de mayores recursos. «Estamos construyendo la Donostia de 2030 y más allá. Queremos dejar a las próximas generaciones una ciudad más moderna, sostenible y llena de oportunidades», dijo. Recordó que la ciudad será en esa fecha sede del Mundial de Fútbol.

Preguntado sobre qué cree que la ciudadanía agradecería especialmente en 2025, Goia apuntó el hecho de que algunas afecciones por obras comiencen a «aflojar» y también que se den pasos en la vivienda, que «no se va a solucionar de un día para otro, no quiero generar falsas expectativas».