Que alguien ponga fin a esta agonía. Si la Liga dura un mes más no sería descabellado pensar que la Real podría meterse en problemas muy serios. El Celta llegaba a Donostia en un momento dulce y le bastó con aprovechar las urgencias de un rival falto de juego y pegada para llevarse los tres puntos y prácticamente asegurar su presencia en Europa la próxima campaña.

Muchos huecos en las gradas de Anoeta -aunque al final se juntaron 25.000 personas- y aplausos generalizados, con algún pito aislado, en los prolegómenos del encuentro. Lo del Metropolitano aniquiló la poca fe que quedaba.

No se habían cumplido los tres minutos cuando los realistas tiraban fatal el fuera de juego y Borja Iglesias se quedaba solo ante Remiro. El ‘Panda’ tenía en la mano el detonador para hacer estallar el estadio, pero definió muy mal y regaló una vida extra a los blanquiazules.

La Real trataba de apretar arriba a un rival que gusta de salir jugando. De hecho, Zubeldia se quedaba solo como cierre emparejado con Iglesias. Puerta grande o enfermería.

Salvando el susto inicial, eran los de Imanol quienes llevaban la batuta, con un remate en plancha de Zubeldia que se fue fuera como acción más peligrosa. La Real, arriesgando con una presión al filo del abismo, recuperaba rápido para volver a intentarlo, aunque le faltaba precisión arriba.

El Celta no había vuelto a llegar, pero estaba a un pase de generar mucho peligro. Y justo antes del descanso Iglesias rompía otra vez la línea y cedía a Alfon, que no acertaba a la primera ante Remiro pero sí a la segunda (0-1, m.44).

«Échale huevos», cantaba el fondo Zabaleta. Al vestuario, entre la pitada y la indiferencia. La parroquia no estaba para ‘Kiss Cam’ ni para bailecitos. Es el contraste entre este moderno ‘espectáculo’ con patrocinadores y el disgusto de quienes sienten los malos resultados como un puñetazo.

Ya solo quedaba la heroica, pero vistos los precedentes el asunto tenía mala pinta. Marín protagonizó en el 59 el primer disparo entre los tres palos. Los donostiarras tiraban de casta porque Imanol tiene razón en que no es un problema de actitud. Este equipo está seco como un riachuelo manchego en pleno agosto.

Oyarzabal pudo empatar, pero se topó con el larguero. También la tuvieron Marín, Zubeldia, otra vez Oyarzabal y hasta Mariezkurrena. Al final, desbandada general y bronca de quienes se quedaron, con los jugadores aguantando el chaparrón sobre el verde.

El Alavés busca parte de la permanencia

El Deportivo Alavés, decimoséptimo y con solo un punto de ventaja sobre la zona de descenso, se juega hoy en Mendizorrotza (19.00) parte de su permanencia en Primera División ante el Valencia, el equipo de moda en la segunda vuelta en el campeonato liguero.

Los gasteiztarras regresan a su feudo donde han mejorado notablemente en los últimos partidos, tras superar a la Real y empatar ante el Atlético. La última derrota en San Mamés supuso un frenazo en la evolución del equipo de Eduardo Coudet, que deberá buscar más argumentos ofensivos para conseguir tres puntos vitales. A pesar de todo el Alavés depende de sí mismo para salvar la categoría. Muchas de esas opciones pasan por hacer más goles, pues el Glorioso es el equipo que menos tantos logra en su feudo sin contar con el Real Valladolid, ya descendido. Para ello, el ‘Chacho’ recupera a Kike García, máximo goleador albiazul que fue reservado la pasada jornada y posiblemente el argentino Tenaglia juegue desde el principio para formar la ya zaga habitual desde que no está el marroquí Abqar por lesión. GARA