Bilbo y la costa vasca a través de siglos de cartografía náutica
Itsasmuseum inaugura la exposición «725 años de Bilbao y su puerto en las cartas náuticas», un recorrido visual e histórico que explora cómo se ha representado la villa y su puerto a través de cartas marinas, atlas y grabados. Los documentos también muestran la costa vasca con una curiosa toponimia y orientación.

Aunque en el lenguaje común se confunden, mapa y carta no son lo mismo. Mientras los mapas representan la geografía terrestre, las cartas marinas dibujan el mar como espacio navegable. En ellas, la tierra solo aparece, prácticamente, como referencia para arribar a puerto. Con motivo del 725 aniversario de la fundación de la villa de Bilbo, Itsasmuseum ha inaugurado una exposición que explora cómo se ha representado Bilbo, su puerto y la costa vasca desde ese punto de vista marítimo en los últimos cinco siglos.
La exposición, con documentos que datan del siglo XVl hasta el XX, muestra la presencia e importancia de los puertos vascos en atlas europeos y, además, pone de relieve cómo la cartografía ha sido tanto una herramienta científica como un objeto artístico y símbolo de aventura. A través de estas obras, el visitante podrá adentrarse en una época en la que navegar o conocer una ciudad era una auténtica hazaña y el conocimiento del mundo se plasmaba sobre papel.
La exposición ha sido comisariada por Ramón Oleaga, investigador, experto en cartografía y propietario de muchas de las piezas seleccionadas, y ha contado con el trabajo museográfico de Izaskun Etxaniz, responsable de colección y exposiciones de Itsasmuseum.
Tal y como señala el propio Oleaga, el propósito de la muestra es recordar Bilbo, «pero recordar un Bilbo que ya no es el que tenemos hoy». «Estamos donde estamos y somos quienes somos, porque en algún momento fuimos. Y fuimos algo particularmente distinto a lo que tal vez somos ahora. Ahora, aunque seamos mucho más, se nos conoce por ser una ciudad de servicios y de atractivo turístico. Hemos ido evolucionando, y en ese tránsito está precisamente nuestra riqueza. Con esta muestra lo que queremos es que todos los bilbainos conozcan de dónde venimos y quienes fuimos», explica.
DE LOS PORTULANOS A LA CARTOGRAFÍA CIENTÍFICA
La exposición discurre en tres líneas argumentales. La primera, y más destacada, es la dedicada a la cartografía. Aunque se conocen algunas cartas manuscritas, llamadas portulanos, en las que ya aparece Bilbo desde los últimos siglos de la Edad Media, el documento más antiguo que se muestra en la exposición es de 1583. Se trata de una carta publicada en el ‘‘Spieghel der Zeevaerdt’’, considerado el primer atlas náutico impreso de la era moderna y elaborado por el neerlandes Lucas Janszoon Waghenaer, y en el que se muestra todo el Golfo de Bizkaia.
En dicha carta, y en las posteriores del mismo autor, se remarcan de forma exagerada los fondeaderos que ofrecen las rías de Bilbo y de Mundaka. Tal y como se explica en el cuaderno explicativo de la exposición, se muestran las profundidades de las zonas de abrigo y se incorporan en la parte alta de cada carta panoramas de la línea de la costa que sirven de orientación al marino, no proporcionándose, sin embargo, latitud o longitud ya que estas cartas estaban destinadas tan solo al cabotaje. Por esto mismo, la escala de las rías se encuentra exagerada respecto a las zonas intermedias de costa.
Llama la atención la orientación utilizada, mostrando el sur en la parte alta de la carta y el norte abajo. Tal y como señala Oleaga, «en las cartas marinas se ve lo que interesa al usuario desde su punto de vista, en este caso a un navegante que recorre la costa vasca proveniente del norte».
También destaca la toponimia utilizada. Los nombres de los pueblos señalados no aparecen tal y como se escriben hoy en día, pero son fácilmente reconocibles: Porta Galero, Bilbau, Placentia, Machichaco, Hondarroa, Getarija, S.Sebastiaen, Pasaie, Fonteravie, Biares, Baiona…
Superando esa visión inicial, que solo muestra los elementos más importantes de la costa, las acciones editoriales posteriores buscarán delinear una visión más completa de la fachada marítima y no será hasta la cartografía científica de la segunda mitad del siglo XVII cuando se muestre de forma fidedigna la costa vasca. De ese tránsito también se muestran diferentes cartas en la exposición, como las de Willem Janszoon Blaeu, Johannes van Keulen y Robert Dudley.
De los siguientes siglos, y ya con más detalles, se exponen ejemplos extraídos del monumental atlas Le Neptune François (1693), impulsado por el Gobierno francés y de los cuales destaca su gran tamaño. También se muestran ejemplares del Atlas Marítimo de España (1789) de Vicente Tofiño, hito de la cartografía científica española.
Ya en el siglo XIX el dominio de los mares pasa al imperio británico. Y de esa época se muestran dos tipos de documentos en el Itsasmuseum, las llamadas Blue Charts, grandes cartas marinas privadas, y las que publicaba el Almirantazgo. De hecho, se expone una carta del Almirantazgo del 1810 que llegó a Bizkaia a través de un anticuario australiano.
LA CIUDAD Y SU PUERTO
La segunda parte de la exposición está mas centrada en Bilbo. Pero, tal y como explica Oleaga, no pretende mostrar todas las imágenes en donde aparezca la villa, «sino mostrar aquellas en donde se pone en relación la ciudad con su actividad portuaria». Así, en los grabados e imágenes se pueden ver buques y marineros trabajando en lo que ahora mismo tenemos por zona de de ocio y de servicios, como el Arenal o Abandoibarra.
Se exponen algunas de las primeras evidencias visuales que hay de Bilbo. Una de 1566 donde, a través de una tosca imagen xilográfica, Pedro Medina no pretende reflejar la realidad topográfica sino enfatizar las características de la ciudad ideal con sus fuertes defensas y altas torres. Avanzando un poco más en el tiempo, se muestra la conocida estampa del Civitates Orbis Terrarum de Braun & Hogenberg, de 1575, en la que se ofrece una imagen de la ciudad portuaria de ‘‘Bilvao’’ mostrando las señas de identidad de las dificultades para la arribada al puerto con expresión de la '‘Vara de Porto Galete’’, al tiempo que se muestra la ría hasta el mismo puente de San Antón, pleno de actividad de bajeles y esquifes.
También se expone una plancha de grabado original y material visual complementario, como litograffas del Bilbo romántico y documentos sobre el desarrollo del puerto y la minería.
De hecho, el impulso de la economía minera en los últimos dos siglos en Bizkaia obligó al desarrollo de estudios geológicos y topográficos del territorio. Así, la exposición recoge una muestra manuscrita de los primeros trabajos geológicos realizados por facultativos franceses en el ámbito de lo que actualmente conocemos como el Gran Bilbao.
EL ZOGRASCOPIO, UN VIAJE DE SALÓN
En una tercera línea argumental, mucho más reducido, se exponen grabados que muestran la indumentaria de los bilbainos ligados a la mar de la primera mitad del siglo XIX. También se muestra un Zograscopio del siglo XVIII, un instrumento óptico muy popular como entretenimiento en salones burgueses de la época que se usaba para ver grabados o estampas con cierto efecto de profundidad.
La exposición puede visitarse en Itsasmuseum Bilbao hasta septiembre de 2025, como parte de la conmemoración del 725 aniversario de la fundación de la villa. Para facilitar la visita, se ha editado un cuaderno explicativo con claves para interpretar las piezas, elaborado gracias al comisario Ramón Oleaga.
Asimismo, se ofrecerán distintas visitas guiadas durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. La primera será el próximo día 19, a las 17.00 horas.

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