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Torres dice que la operación Talgo se cerrará y «seguirá siendo 100% vasca»

El vicelehendakari segundo de Lakua y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, aseguró ayer que la operación de entrada de un consorcio vasco, liderado por Sidenor, en Talgo es «compleja», pero «nadie duda» de que finalmente se va a cerrar y «va a seguir siendo 100% vasca». No quiso dar plazos sobre cuándo se llevaría a cabo, porque serían «un poco ilógicos».

La planta de Talgo en Ribabellosa.
La planta de Talgo en Ribabellosa. (Endika PORTILLO | FOKU)

La operación Talgo se cerrará y «va a seguir siendo 100% vasca». Así de contundente se mostró ayer el consejero de Economía de Lakua, Mikel Torres, en relación a la «compleja» operación de entrada de un consorcio.

En una entrevista a Radio Euskadi, Torres afirmó que no es «una operación sencilla», porque no solo «entra en juego» la compra de un 29,77% de las acciones de Trilantic, que «parece que está clara y hay un comprador» -consorcio vasco liderado por Sidenor-, sino que está el «problema» de la refinanciación de la deuda de la empresa.

El vicelehendakari segundo del Ejecutivo de Lakua aseguró que no se puede condonar esa deuda, porque lo que se está intentando negociar es su refinanciación o un «alargamiento en el pago».

«Y en eso también entran en juego muchas entidades bancarias que tienen que entrar a refinanciar esa deuda y luego también el Gobierno del Estado, que ha puesto su mano encima de la mesa para entrar a través de la SEPI en su accionariado», añadió.

Por lo tanto, indicó que es una operación «compleja de cerrar», pero afirmó que no tiene «ninguna duda nadie» de que se va a cerrar y esa empresa «va a seguir siendo 100% vasca», aunque no quiso dar plazos, porque serían «un poco ilógicos».

Los movimientos para hacerse con Talgo siguen adelante después de que, a finales de mayo, la empresa fabricante de trenes declarara una pérdida de 7,1 millones en el primer trimestre del año. Un balance especialmente desfavorable si se compara con los 10,4 millones en positivo cosechados en el mismo periodo de 2024.

En el informe sobre esta cuestión que se envió entonces a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se justificaban esas pérdidas por un alza de los costes industriales indirectos ante un menor avance al planificado en las fábricas, el mayor gasto de amortización por inversiones en ejercicios anteriores para el desarrollo de las plataformas Avril y 230, así como por un incremento de los costes financieros.

EL LASTRE DE LA MULTA

A esta situación en sus cuentas se suma la sanción impuesta por Renfe en respuesta al retraso de más de dos años en la entrega de 30 unidades del tren de alta velocidad Avril, lo que podría acabar en una batalla en los tribunales.

Desde Talgo se ha planteado a Renfe que, en plena operación sobre ese 29,7% de su capital, tenga en cuenta sus argumentos contra la multa e incluso se abra a revisar los presupuestos de ejecución de los trenes de alta velocidad. Llevar a cabo un reequilibrio del contrato favorecería a las cuentas de la empresa.

También pesa que, en el conjunto del año pasado, consignó unas pérdidas de 107,9 millones de euros, porque tuvo que provisionar los 116 millones de multa que le impuso Renfe por los citados retrasos, lo que afectó a la negociación de la venta a Sidenor.

A pesar de todos estos condicionantes, el consejero Torres parece optimista de que llegue a buen puerto la adquisición de esa parte de su capital por parte de Sidenor, al que acompañan el fondo público vasco Finkatuz y las fundaciones de BBK y Vital.