Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

La extraordinaria sencillez de un actor descomunal

Se están dando a conocer los Premios Nacionales que otorga el ministerio de Cultura del Gobierno de España. Tienen dotación económica, por lo que a la gloria se le añade la salvación. Por mucho que lo intenten, son unos premios muy centralistas. Un ejemplo significativo, dos salas alternativas lo han ganado. Y con merecimiento, pero hay que señalar que ambas son de Madrid. Y tengo el pleno convencimiento de que existen salas en Sevilla, Bilbao, Zaragoza, Barcelona, Vigo o Ciudad Real que podrían ser merecedoras de este premio y por las mismas razones que las premiadas madrileñas.El gran actor catalán Eduard Fernández ha ganado el Nacional de cinematografía. El año pasado estrenó varias películas que han sido éxitos de público y es un actor muy solvente, camaleónico, eficaz por lo que no se puede reprochar nada. Aunque creo que tiene una trayectoria teatral inconmensurable. Cuando el Teatro Arriaga lo dirigía Lluís Pasqual, interpretó un “Hamlet” que yo lo recuerdo muchas veces y lo comento cuando doy algún taller por la manera que, de acuerdo con la dirección, afrontó el personaje. Una manera muy singular, muy cercana, llegaba a la platea a base de humanizarlo. Una buena opción, quizás lo más sobresaliente que queda en mi memoria de aquel montaje.