Carlos DE TORRES
TOUR 2025

Merlier se reivindica como el mejor al sprint del Tour dejando atrás a Milan

Van der Poel lo intentó, vaya que sí. Ejecutó una titánica escapada de 170 kilómetros. Pero al final estaba cantado que la etapa llana de ayer iba a ser cosa de sprinters. Y en esos últimos metros Tim Merlier es el mejor, aunque deba tener cuidado con Milan.

Tim Merlier deja atrás (izquierda de la imagen) a Jonathan Milan, vencedor de la etapa anterior.
Tim Merlier deja atrás (izquierda de la imagen) a Jonathan Milan, vencedor de la etapa anterior. (Anne-Christine POUJOLAT | AFP)

El belga Tim Merlier (Soudal Quick Step), campeón de Europa, firmó un doblete en Chateauroux, ganando el pulso en un trepidante sprint a Jonathan Milan, en una jornada que mantuvo el maillot amarillo en las espaldas del esloveno Tadej Pogacar y dejó para el recuerdo una escapada de 170 kms firmada por Van der Poel.

Final muy luchado por la fuga de Van der Poel que claudicó a 700 metros de meta después de todo el día en fuga, y por un sprint igualado, disputado a brazo partido entre Merlier y Milan, con el belga levantando los brazos por segunda vez como triunfador, esta vez apuntando en su palmarés la novena etapa que unió Chinon y Châteauroux, de 174,1 kms, a una media de 50 km/hora, la segunda más veloz de la historia.

Merlier (Wortegem Petegem, 32 años) lució el maillot de campeón continental ante el verde de Milan, con una remontada que tuvo su fruto sobre la línea. Apuntó su tercera etapa en el Tour, y la número 12 de la temporada sobre un total de 62 que lucen en su palmarés. La tercera plaza fue para el belga Arnaud De Lie.

Jornada de calor y de nervios. La general no sufrió alteraciones. Pogacar pasó otra fecha del calendario con el maillot amarillo, pero con la preocupación de la retirada de uno de sus principales peones, el portugués Joao Almeida.

A diferencia de la jornada anterior, se formó una fuga temprana con un ilustre protagonista, nada menos que Mathieu Van der Poel.

El gigante de las clásicas se llevó consigo a su compañero del Alpecin Jonas Rickaert. El pelotón dio luz verde, nadie mostró interés en derribar el proyecto, ni el UAE de Pogacar, nada preocupado por si perdía ante su gran rival de las clásicas el maillot amarillo por tercera vez.

El interés por llegar al sprint era problema de los equipos de los velocistas. De ahí que se pusiera las pilas el Lidl-Trekde Jonathan Milan, el hombre que en Laval acabó con un ayuno del ciclismo italiano en el Tour de 6 años. Cuando la diferencia de los rebeldes pasó de los 5 minutos tomó cartas en el asunto el Soudal de Tim Merlier.

Se rodaba realmente rápido, nada menos que 46,4 kms en la primera hora de etapa. El arreón de los hombres de Evenepoel puso al pelotón a apenas tres minutos de la cabeza de carrera.

La previsión avisó de viento lateral en Villedieu-sur-Indre, a 45 de meta, y más tarde a 16. Todo el mundo con las orejas tiesas, atentos a los abanicos, que acabaron llegando por iniciativa del Soudal y Visma.

El viento mermó la fuga de Van der Poel y Rickaert, pero el neerlandés aún tenía fuerzas. A 6 km de meta el triple ganador de Flandes y Roubaix plantó a su compañero y fue a por la meta. Van der Poel contra el pelotón que volaba buscando el sprint. A 700 metros le pasó la marabunta.

El Lidl-Trek colocó a Milan, el italiano atacó de lejos, tenía la línea bajo su manillar y en eso que apareció Merlier para convertirse en el heredero de Mark Cavendish.