La Plaza del Castillo se convirtió ayer, un año más, en el escenario escogido por la ciudadanía de Iruñea para mostrar su repulsa a las agresiones machistas y sexistas que suceden en sanfermines. El protocolo se activó por una agresión sexual de alta intensidad que se denunció el pasado viernes.

Miles de personas, representantes públicos y las peñas acudieron al llamamiento que lanzó el Movimiento Feminista. Las peñas fueron con sus pancartas cubiertas con lonas moradas y sus txarangas no volvieron a sonar hasta que, entre gritos de «Gora borroka feminista!», se terminó la lectura el manifiesto de repulsa.

«Tenemos derecho a disfrutar de unas fiestas libres de agresiones machistas. Hoy ocupamos esta plaza porque hemos tenido noticia de una agresión de alta intensidad producida durante los sanfermines y varias de baja intensidad que se suman a la gran cifra negra de agresiones sin cuantificar que estamos seguras de que han ocurrido», denunciaron desde el escenario.

Las portavoces recordaron que la violencia no solo se sufre en espacios festivos. «Es algo que ocurre a diario en nuestras casas, en nuestros trabajos, en las escuelas, en los lugares de ocio, dentro de nuestras propias cuadrillas... Las mujeres tenemos derecho a disfrutar de los sanfermines como nos dé la gana, al igual que tenemos derecho a vivir una vida libre de violencias».

Exigieron unos sanfermines «sin tener miedo, sin ser cuestionadas, sin ser coartadas» y se conjuraron para enfrentar «cada agresión».

Al mismo tiempo, pidieron a las administraciones públicas «recursos especializados, multidisciplinares y dotaciones presupuestarias suficientes para acompañar y atender a las mujeres que lo soliciten y cuando lo soliciten».

Y tienen derecho a exigir porque, como recordaron, «somos la mitad de la población, somos las que sustentan el sistema de cuidados, somos las que producen y se reproducen. Y aunque estemos hartas de ser cuestionadas, violadas, minusvaloradas, mal pagadas, acosadas, menospreciadas y explotadas, no vamos a dejar de luchar».

RECHAZO DEL AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento de Iruñea mostró su «total rechazo y condena» ante esta agresión sexual en una declaración aprobada ayer por la Junta de Portavoces del Consistorio, en la que se recogía, además, el «absoluto apoyo y solidaridad con la mujer y su entorno, además de máximo respeto para preservar sus derechos e intimidad».

En cumplimiento de su protocolo de coordinación y respuesta, el Ayuntamiento reafirmó, una vez más, su «rechazo y condena a cualquier tipo de agresión, violencia o actitud sexista que se produce en la ciudad y se comprometió a trabajar «para erradicar las agresiones sexuales, mejorar la seguridad y garantizar el pleno ejercicio de la libertad de las mujeres en todo tipo de entornos».