EDITORIALA

Solo falta la patronal en el debate del salario mínimo

Al debate sobre un salario mínimo propio se unió ayer el Gobierno de Lakua. El consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, presentó un informe que estima que el salario mínimo en la CAV se debe situar entre 1.268 y 1.385 euros mensuales en 14 pagas, esto es, entre un 7% y un 17% más que el estatal. Una diferencia que corresponde aproximadamente al mayor coste de la vida en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en relación con el Estado. El documento ha puesto en evidencia que la CAV carece de estadísticas propias sobre estructura salarial, un vacío que pronto se corregirá, según anunció el consejero.

Los representantes de Lakua subrayaron que la intención era fijar una base técnica y objetiva para la negociación entre los sindicatos y la patronal. Sin embargo, también hablaron sobre el alcance que debería tener esa nueva referencia. ELA y LAB criticaron la cantidad, pero sobre todo que el consejero lo planteara como un salario mínimo de negociación colectiva. Es decir, esa referencia afectaría únicamente a las personas con convenio y dejaría fuera a quienes no lo tienen, que son precisamente las que más necesitan un salario mínimo. Entre ellas, destaca el colectivo de empleadas del hogar, en su inmensa mayoría mujeres. Consciente de ello, Torres abogó por extender la negociación colectiva, pero su materialización a menudo depende de la voluntad de la patronal. Por lo tanto, establecer un salario mínimo general mediante un acuerdo interprofesional, como reclaman ELA y LAB, es la mejor manera de incentivar la negociación colectiva allí donde no existe. Por su parte, UGT y CCOO consideraron que el informe puede servir como punto de partida para iniciar la negociación con la patronal. Confebask, que se niega a negociar, no hizo ninguna valoración.

Establecer un salario mínimo propio que se corresponda con las condiciones de vida es una medida de justicia que beneficia, sobre todo, a los trabajadores con menores sueldos. Pero también es un estímulo para la actividad económica general. Es algo que debería saber la patronal. Mejor sería para el país que abandonará esa negativa pueril a negociar.