El equipo técnico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi descubrió ayer en el término navarro de Muniain, junto a la carretera NA-7059, los restos de dos fusilados en la guerra de 1936, ejecución que probablemente se llevó a cabo a comienzos de septiembre del mencionado año.

Al parecer, en dicha zona podrían ubicarse hasta cuatro fosas individuales, en una de las cuales estaría el cuerpo de un militar que fue enterrado con su uniforme. Este último podría tratarse del capitán de artillería Gregorio del Campo Mendoza que, según fuentes de su propia familia, fue detenido el 19 de julio de 1936 en el cuartel de Palafox (Zaragoza), donde estaba destinado y trasladado después al Fuerte de Ezkaba, donde permaneció hasta el 6 de septiembre.

En esa fecha salió del Fuerte de Ezkaba y fue conducido a las proximidades de Muniain donde, tras ser atendido por el párroco de Jaitz (Salinas de Oro), fue fusilado junto con otras personas. En este lugar, Aranzadi había realizado varias prospecciones anteriormente, pero las transformaciones realizadas en el lugar a lo largo de los años habían dificultado hasta el momento la localización de esta fosa.

«CRECÍA DE FORMA DIFERENTE»

Ahora ha sido posible gracias al testimonio de los hermanos Zabalza Andueza, Domingo y Lucio, este último fallecido en 2012. «De jóvenes, el día 9 de mayo subíamos en romería a la ermita de Santa Cruz. Desde allí arriba veíamos que en la parcela el cultivo crecía de forma diferente. Ahí es donde los enterraron cuando tenía 6 años», relató el primero, que estuvo presente en el acto de exhumación.

Se da la circunstancia de que, pese a que esta zona está más alejada de la capital navarra que otros lugares donde se cometieron decenas de fusilamientos, hay indicios y testimonios suficientes que apuntan a la existencia de distintas fosas en la comarca y que fueron varias las personas ejecutadas en este valle, aunque la falta de precisión en las informaciones dificulta el esclarecimiento de ellas.