EH Bildu salió «preocupada» del Pleno de Política General del jueves. Así lo expresó ayer el parlamentario y secretario de Acción Política de la formación, Arkaitz Rodríguez, entrevistado en NAIZ Irratia.

Rodríguez esgrimió dos motivos. Por un lado, que «por la mañana, el lehendakari hizo un anuncio grave y directo. Nosotros también llevamos tiempo diciendo que pueden venir tiempos oscuros. Por la tarde, en cambio, se nos dijo que las cosas seguirán como hasta ahora». Y por otro, porque Imanol Pradales tendió la mano para llegar a acuerdos a ese mismo PP que puede generar los negros nubarrones sobre el futuro vasco.

En el discurso matinal de Imanol Pradales destacó su aviso de que «estamos contemplando una tendencia autoritaria en nuestro entorno, y también una pulsión recentralizadora y reaccionaria. Como lehendakari siento la obligación de advertir que pueden llegar tiempos muy complicados para Euskadi. Un escenario de cuestionamiento de nuestro autogobierno, identidad e instituciones».

Por ello, Pradales aseguró que «no hay tiempo que perder. Es el momento de avanzar en el nuevo pacto estatutario porque estamos ante el curso político clave».

Pero luego, el lehendakari se echó a un lado, dejó el tema en manos de los partidos, y anunció que en junio, dentro de nueve meses, volverá a hacer una evaluación.

En una reacción inicial a ese discurso, el secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ya expuso que resultaba «chocante» que Imanol Pradales hiciera «esa advertencia y luego decir nos vemos en junio. Nosotros creemos que al lehendakari le corresponde tener un papel activo, no es un observador. Tiene que jugar su papel institucional». A ello añadió que «en situaciones excepcionales hay que hacer cosas excepcionales. Y nosotros lo daremos todo para que eso no pase y si pasa, para hacerle frente».

Después, ya en el pleno, el portavoz de EH Bildu, Pello Otxandiano, destacó en su intervención que «si vienen tiempos oscuros, estaremos ahí. Nuestro compromiso es absoluto, sin límites y con voluntad de construir complicidades».

Llamativamente, la respuesta del lehendakari fue poner en duda la honradez de las ofertas de acuerdo de EH Bildu en general. Y sobre esta en concreto le espetó que «ha dicho ‘colaboración total sin límites en este momento histórico’. Eso ha dicho; esas han sido sus palabras. Pero pido una cosa a la Cámara, no sólo a EH Bildu; a toda la Cámara. No juguemos con el autogobierno. No. Es un tema demasiado serio; muy serio. Este pueblo no merece eso. Y este país no admitirá nada de eso. Si lo utilizáis para vuestros intereses, no nos encontraréis. Nosotros no vamos a fallar a este país en ese asunto tan importante. Y este lehendakari no se va a esconder, claro que no. Actúo con la responsabilidad que me corresponde y así lo haré; no lo dude, Sr. Otxandiano».

Sin embargo, Pradales no dijo nada sobre las líneas rojas puestas por el secretario general del PSE, Eneko Andueza. Respondió a todo su discurso asegurando que «somos un gobierno formado por dos partidos diferentes y tenemos una única gobernanza. Mi prioridad es cuidarla y alimentarla; es mi prioridad. Coincidimos en las prioridades y tenemos que responder unidos. Sabemos perfectamente cuál es el valor de la estabilidad. Y seguiremos reforzando ese activo, y lo seguiré haciendo en el Gobierno y en todas las instituciones».

«SALIMOS BASTANTE PREOCUPADOS»

Ante todo ello, Arkaitz Rodríguez apuntó ayer que «salimos bastante preocupados. Por la mañana, el lehendakari hizo un anuncio grave y directo. Nosotros también llevamos tiempo diciendo que pueden venir tiempos oscuros. Por la tarde, en cambio, se nos dijo que las cosas seguirán como hasta ahora».

Añadió en NAIZ Irratia que «por la mañana se consideró urgente el acuerdo para un nuevo estatus político. El acuerdo es imprescindible. Nos alegró oírlo porque antes el nuevo líder del PNV había dicho que no había tanta urgencia». Y luego explicó que «si es urgente el acuerdo, no es posible que el lehendakari huya de un papel de liderazgo que le corresponde. Y el plazo que se ha puesto es demasiado largo porque no sabemos cuánto durará la ventana de oportunidad de Madrid».

Para Arkaitz Rodríguez también «es muy preocupante que Andueza haya puesto líneas rojas en el debate del estatus. Cuando dice que el derecho a decidir es una línea roja, se cierra la puerta a la voluntad democrática de la sociedad. El PNV prioriza su matrimonio confederal con el PSE. Eso es un problema porque la actuación del Gobierno está condicionada por las líneas rojas del PSE».

El secretario de Acción Política de EH Bildu vio incoherente considerar un peligro a PP y Vox y luego tender la mano a los primeros para acordar los futuros presupuestos, como hizo Pradales. Además, recordó que PNV y PSE gobiernan en Gipuzkoa, Gasteiz y Durango gracias al apoyo del PP.