J.VIVANCO
Agradecen las muestras de apoyo de sus compañeros y la afición

Ifrán y Granero tiran de optimismo para su puesta a punto

El uruguayo, cuatro meses después de la operación, comenzará a tocar balón, mientras el madrileño todavía no puede ejercitar su rodilla derecha.

«Yo le digo que le voy a alcanzar, pero me lleva tres meses de ventaja. Es la misma operación, el mismo lugar, el mismo cirujano, y para mí es una ilusión verle por delante con esas buenas sensaciones. Es el espejo de lo que te espera». Esteban Granero se refiere a Diego Ifrán. Uno y otro comparten `penas' en manos de los fisioterapeutas realistas, compaginan ya su estancia en el gimnasio con el resto de sus compañeros, lo que ya de por sí supone un espaldarazo anímico para ambos.

El `Pirata' apenas lleva un mes desde su grave lesión en la rodilla derecha; el uruguayo, por su parte, cumple cuatro desde su paso por el quirófano y esta semana comenzará a tocar balón. Son los dos protagonistas de este largo parón liguero que ambos aprovechan para sus respectivas puestas a punto, eso sí, con optimismo.

«Lo he llevado bastante bien con los compañeros, que siguen con la misma buena onda de siempre conmigo y eso te hace sentir bien. El estar con la familia también me ha ayudado a que se haga más corto», expresa su sentir Ifrán sobre estos meses, donde lo más complicado, «justo después de la operación», ya ha pasado. Su compañero Granero también lo lleva cada vez mejor. «Pienso que lo peor ya lo he pasado, el darte cuenta de que te has lesionado es un momento difícil y luego esas semanas tras la operación. Ahora, la rehabilitación es más dura pero no hay tanto dolor», confiesa justo cuando sus visitas al gimnasio son ya diarias, aunque todavía no pueda ejercitar la rodilla y sí trabajar la musculatura del resto del cuerpo.

El madrileño se muestra muy agradecido con los apoyos recibidos en este tiempo. «La gente en la calle ha estado muy bien conmigo, muy cariñosa, y se agradece porque llevo aquí muy poco tiempo. Dentro del club también ha sido inmejorable el trato -se explaya-. Quiero estar bien lo antes posible para devolver ese cariño», se muestra complacido.

«No aislarse del grupo»

Las fases de rehabilitación están yendo según lo previsto. «Bien, hace un mes de la operación y va bien. Las sensaciones son buenas, la rodilla funciona bien, cada día mejora un poco y trabajando fuerte para seguir en esta línea», explica Granero, en la misma línea que el uruguayo, quien se muestra «contento con la recuperación y dándole caña para ver si estamos lo antes posible», aun cuando en teoría le quedan un par de meses por delante.

El charrúa lleva ya semanas haciendo gimnasio, turnándolo con la piscina, y estos días haciendo doble horario. El comenzar a tocar balón ya seguro que es un empujón moral cara a afinar esa recuperación cuanto antes. Esa mentalización es fundamental y Diego Ifrán considera imprescindible en una lesión de larga duración «no aislarse del resto del grupo».

Para el delantero esta lesión no es nueva, sino que ya la sufrió en 2010, por eso reconoce que el miedo no es el mismo. Para Granero, en cambio, «es mi primera lesión grave», asume esos temores, pero tener por delante, como él dice, a su compañero le hace «verlo más cerca». El de Pozuelo de Alarcón está convencido de que «solo queda mirar adelante, es un reto que te pones, volver a ser más fuerte. Todo se hace más fácil siendo optimista».

Ambos están cumpliendo con su trabajo fuera del campo, mientras sus compañeros comienzan a enderezar el rumbo tambaleante de inicio de temporada. Ifrán espera que «el equipo vaya como hasta ahora» mientras que Granero considera que con los partidos de Champions, a pesar de las derrotas, «hemos aprendido mucho», en tanto en Liga «ya hemos cogido una buena racha».

El `Pirata' no duda en defender que «el equipo está bien», pero sobre todo, con su experiencia y la perspectiva del recién llegado, tiene claro el potencial de la plantilla y sus metas. «El equipo espera más, es un equipo ambicioso», sostiene. Ambos, Diego y Esteban confían en poder aportar su granito de arena, sea desde el césped como el primero o desde fuera, para devolver los ánimos de estos meses a sus compañeros.