La justicia rusa decidió ayer prolongar tres meses la detención provisional de uno de los 30 tripulantes de un barco de Greenpeace, el australiano Colin Russell, hasta el 24 de febrero. El tribunal de San Petersburgo examinará a lo largo de la semana la situación de los otros 29 miembros del equipo de la embarcación Artic Sunrise. En un principio, la justicia fijó una detención provisional de dos meses, hasta el próximo domingo. Los 30 activistas de Greenpeace fueron detenidos en setiembre por un comando en helicóptero tras una acción contra una plataforma petrolera en el mar de Barents, en una protesta por las consecuencias medioambientales de su actividad. Todos ellos fueron inculpados por «piratería» -castigado hasta con 15 años de cárcel- y «vandalismo». El Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en Hamburgo, dictará sentencia este viernes. Holanda, país con cuya bandera navegaba el barco, recurrió a esta instancia jurídica de la ONU, competente para solucionar litigios marítimos.