Joseba VIVANCO
Internacional

Objetivos cumplidos

El francés Tauvin volvió al campo que más le odia, el arquero Enyeama suma 11 partidos imbatido a sus 31 años, y Demba Ba sigue cumpliendo su sueño.

Florian Thauvin nunca quiso jugar en el Lille, aunque pagaran 5 millones de euros por él . La pasada campaña el joven veinteañero del Bastia aceptó la oferta de los Dogues, pero pidió que le dejaran cedido en el equipo corso. Llegado el momento, se incorporó a su nuevo club renqueante y, tras conocerse la marcha de sus mejores futbolistas, decidió declararse en rebeldía. No entrenaba, no aparecía, al final el Olympique de Marsella se hizo con sus servicios y el Lille sacó 13 millones de euros por el traspaso. El pasado martes el OM -cuarto clasificado- con Thauvin en plena racha goleadora, llegaba al Velodrome del Lille -segundo en la Ligue 1-. En el mismo aeropuerto, varios aficionados -hubo tres detenidos- le esperaban para arremeter contra él, hasta tal punto que el propio jugador se defendió con algún puñetazo incluido.

Ambiente enrarecido, pero al final brilló el fútbol, o al menos el portero local, el nigeriano Vincent Enyeama, que apuntaló la victoria de los suyos por 1-0 y alcanzó 11 partidos consecutivos sin encajar gol, 1.038 minutos sin recibir un sólo tanto en contra, acumulando exhibición tras exhibición en forma de paradas llegandole el éxito a sus ahora 31 años. Fichado el pasado invierno del Maccabi Tel Aviv -tras ocho años en el fútbol israelí-, acaba contrato y seguro que le tendrán ya echado el ojo. «Estuvo fenómeno», dijo de él Leo Messi tras el Argentina-Nigeria del Mundial de Sudáfrica.

La Ligue 1 nos dejó también el derbi de la Costa Azul, en el que el Mónaco se impuso sin dificultades al Niza (0-3), sin la participación de un Radamel Falcao que -al menos así se asegura- se quiere ir del equipo monegasco, y anoche se solventó otro duelo territorial, el derbi de Córcega, aunque jugado en Istres debido a los incidentes del año pasado entre las aficiones del Ajaccio y Bastia, que obligó a parar el partido en dos ocasiones.

Bambinos «injuriosos»

«Fútbol es fútbol», dijo Vujadin Boskov. «Fútbol es guerra», le corrigió Rinus Michel. La Curva Sud del nuevo estadio de la Juventus fue clausurada a sus tifosi bianconeri -agrupa a cinco grupos ultras, conocidos como ``Viking Juve», «Tradizione», «Nucleo 1985'', «Drughi» y «Bravi Ragazzi»- por los sabidos «insultos territoriales» y, en el choque que enfrentó este fin de semana a los turineses con el Udinese, fue abierta gratis para albergar a unos 12.000 bambinos que hasta portaban pancartas contra el racismo, jalearon como nadie el gol de la victoria de Fernando Llorente en el minuto 91 y por los que... le ha caído a la Juventus una multa de 5.000 euros por coros «injuriosos». Y todo porque algunos adultos cantaron aquello de «mierdaaaa» cuando el portero rival sacaba de meta y los niños lo imitaron. Al final tendría razón Jorge Luis Borges cuando decía lo de que «el fútbol es popular porque la estupidez es popular».

A quien no se sabe aún si le caerá alguna reprimenda en forma de sanción es al jugador argentino Nicolás Spolli, del Catania, quien según ha denunciado Mario Balotelli le llamó «negro de mierda», insulto que estuvo a punto de hacer que el díscolo delantero del Milan abandonara el terreno de juego. Al menos los rossonieri ganaron 1-3 tras 43 días de ayuno y cogen aire gracias a un rejuvenecido Kaká -«encarna el viejo espíritu del Milan», ha dicho Fabio Capello- en una semana convulsa para la entidad milanista.

Adriano Galliani, tras 27 años dirigiendo el club, anunció su dimisión como director general presionado por la hija de Berlusconi. Luego terció Don Silvio, el dueño, y al final Galliani mantendrá el control de las operaciones deportivas y Berlusconi, la hija, controlará la faceta comercial y la económica.

Oxígeno que no deja de coger la Juventus, enganchada a un Fernando Llorente que volvió a ser portada de la prensa deportiva italiana por tercera jornada consecutiva, tras cuatro goles y tres asistencias en un mes. La mala noticia, la lesión de Pirlo hasta primeros de enero. Puede ser la gran oportunidad del francés Pogba, nuevo y flamante Premio Golden Boy al mejor jugador menor de 21 años.

Tres puntos saca ahora la Vecchia Signora a una Roma en la que `no Totti, no party', y es que los giallorosso sumaron su cuarta igualada consecutiva, tras diez victorias, y parecen notar la ausencia a sus 37 años de Il Capitano, a pesar de que su técnico, el francés Rudi Garcia, haya asegurado en ``So Foot» que «Totti adora el fútbol. Es simple, humilde. No se salta un entrenamiento. Pero no es un líder».

El Napoli, que saldó con importante victoria (2-4) su duelo con la Lazio, es tercero, pero ya a ocho puntos del líder, y al margen de los dos goles del Pipita Higuaín anotó uno el macedonio Gorav Pandev, dedicando un `bastardo' -se pasó cinco meses sin jugar en la Lazio en rebeldía- que fue contestado por la grada lacial con gritos de «gitano», entre otras lindezas.

El Inter, que va pasito a pasito, solo empató y ya es quinto, con goles que siguen teniendo sabor foráneo en un vestuario donde conviven hasta quince nacionalidades diferentes y solo hay tres jugadores italianos. Ni siquiera su nuevo dueño lo es, el indonesio Erick Thohir, que estuvo presente por primera vez en San Siro y anuncia fichajes desde ya a golpe de talonario.

Aquello de que `de fuera vendrán y de casa te echarán' le pasa también al galés Cardiff City, que sorprendentemente es el equipo de la Premier que más ingleses tiene en sus filas, hasta catorce, frente por ejemplo al Stoke, Arsenal, City o Chelsea, con solo cinco. En el Newcastle, los tantos con sabor francés son más que la mayoría de equipos de la Ligue 1, 18 de sus 19 goles. Cardiff y el líder Arsenal se vieron las caras y los Gunners saldaron la cita con un rotundo 0-3, con el galés Aaron Ramsey prolongando su racha anotadora, Mikel Arteta en plan mariscal de campo y solidificando una defensa que solo ha encajado un gol en siete partidos.

Jugada de cuatro puntos para los de Londres dado que empataron Tottenham y United -con doblete de Rooney-, perdió el Liverpool -que se queda sin su goleador Sturrigde, lesionado para entre seis y ocho semanas-, no cede el Newcastle que sigue escalando, gano el City ¡cómo no! en casa -siete españoles titulares entre los de Pellegrino y el Swansea-, y derrotó el Chelsea al Southampton a pesar de encajar un gol a los 13 segundos, y asistiendo a quién sabe si la recuperación del mejor Patrice Demba Ba, que llegó el curso pasado a Stamford Brigde.

El Porto pierde la imbatibilidad

El hoy poderoso ariete senegalés esconde una historia nada fácil. Nació en un suburbio parisino, sexto de siete hermanos. Habilidoso con el balón, con tan solo 12 años fue aceptado en una escuela deportiva en Saint-Valery-en-Caux, a 60 kilómetros de su hogar. «Cada lunes me levantaba a las 5 de la mañana. Mi hermano me acompañaba a la estación, donde a las 6 cogía el tren que me llevaría a la escuela. Los otros chicos llegaban en coche con sus padres. El viernes, después de completar el entrenamiento, debía caminar hasta la estación para coger el tren de vuelta a casa», contaba. Con 15 años, sus padres se separan y él se queda en Francia con su madre, que les sostuvo trabajando duro, máxime cuando el joven Ba tuvo que dejar la escuela por sus flojos resultados académicos y jugar un par de años en equipos amateurs tras ser rechazo por Le Havre a prueba.

En 2001 fichó por el modesto Montrouge parisino, conocido por su cantera, y allí un técnico, Alexandre Gontran, se fijó en su potencial. Le situó de delantero y le invitó a probar en algunos equipos. Olympique Lyonnais y Auxerre, Swansea y Gillingham, nada de nada. Dejó los estudios para disgusto de su madre y decidió que sería futbolista, a pesar de sus molestos problemas de espalda. Probó en el Barnsley, pero la destitución del entrenador le dejó en la calle, hizo otro tanto en el Watford, pero cinco meses después la imposibilidad de un contrato le hizo regresar a Francia, a las cuarta división, en el Rouen, donde sí despegó.

22 goles en 26 partidos, y el Mouscron belga le fichó. Siguió marcando pese a fracturarse una pierna al tercer encuentro, de ahí al Hoffenheim alemán -donde anotó 40 goles- y en 2011 alcanzó su sueño, debutar en la Premier, con la camiseta del West Ham. «Fue en ese momento cuando me dije: «Demba, lo has conseguido. ¡Estás en la Premier League!». Los Hammers descendieron y apareció el Newcastle, donde hizo 29 dianas en 56 partidos. El Chelsea lo ató en el pasado mercado invernal por siete millones de libras.

Anoche tenía lugar una nueva jornada de Premier, que no debería trastocar mucho la tabla más allá del atractivo United-Everton, a la espera este fin de semana de un no menos sperado Arsenal-Everton. Los Toffees de Roberto Martínez, quintos en la clasificación, y en las últimas semanas abanderados por el cedido blaugrana Gerard Deulofeu, pueden ser jueces.

Quien dicta las leyes en la Bundesliga es el Bayern de Munich, que suma seis victorias consecutivas gracias a su triunfo sobre el recién ascendido Eintracht Braunschweig, con dos golazos de Arjen Robben. A cuatro puntos se mantiene el Bayer 04 Leverkusen y a siete ya el Borussia Dortmund, que se impuso 1-3. En el cuarto sigue fuerte el Borussia Mönchengladbach.

Todo lo contrario que el Porto en la Liga Sagres, ya que perdió el liderato a manos del Sporting y su imbatibilidad, fijada en 53 partidos consecutivos sin caer en su Liga. ¿Algún día alguien repetirá los 58 seguidos sin perder del Milan de Capello en una Liga Top? Podría ser el Bayern?