Gloria LATASA
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AZKEN PUNTUA

Oscilación ártica

Este aire es un centro de bajas presiones (ciclón o borrasca), con vientos gélidos que giran en sentido contrario a las agujas del reloj, que evita que el aire glacial escape del Polo. Un fenómeno del que hemos oído hablar estos días y que se conoce como Vórtice Polar

Los dominios del frío más intenso en el Hemisferio Norte se encuentran habitualmente en el Ártico. Allí permanecen almacenados y sujetos por una especie de tapadera, una masa de aire muy frío situada en zonas medias y altas de la troposfera. Este aire es un centro de bajas presiones (ciclón o borrasca), con vientos gélidos que giran en sentido contrario a las agujas del reloj, que evita que el aire glacial escape del Polo. Un fenómeno del que hemos oído hablar estos días y que se conoce como Vórtice Polar.

En las latitudes medias (45º N), por el contrario, lo habitual es que haya un centro de altas presiones (anticiclón). Ambos, anticiclón y borrasca, suelen sufrir oscilaciones, es decir, cambios en su presión que les hacen más o menos potentes. Entre ellos puede haber, por tanto, diferencias de presión más o menos intensas. En cualquier caso, esas diferencias de presión son un patrón del clima del Hemisferio Norte que influye en lo que ocurre en los inviernos y que se conoce como Oscilación Ártica (OA).

Cuando el anticiclón y la borrasca están más debilitados las diferencias de presión entre el Ártico y las latitudes medias disminuyen. En ese caso se dice que la Oscilación Ártica está en fase negativa. La consecuencia más importante es que el Vórtice Polar resbala hacia el sur exportando sus condiciones meteorológicas (gélidas y habituales de alta montaña) a otros territorios, como vemos que está ocurriendo en Norteamérica. A la vez, aire más cálido del sur fluye hacia el norte calentando «anormalmente» otros lugares, como está pasando en Europa.

Por el contrario, cuando las altas y bajas presiones son potentes las diferencias de presión entre el Ártico y las latitudes medias aumentan y la Oscilación Ártica se coloca en lo que se denomina fase positiva. En este caso el aire frío se mantiene en el norte y el aire cálido en el sur, separados por su frontera «natural», el Jet Stream (esa corriente en chorro que utilizan los aviones para ir a mayor velocidad) que fluye con vientos fuertes de oeste a este, manteniendo el Vórtice Polar retenido en el Ártico.