A pesar de sus 36 años -cumplirá 37 en febrero-, Cadel Evans (BMC) ha arrancado la temporada de manera brillante y físicamente a tope, y ayer lo demostró al deshacerse de los favoritos en la última ascensión de la tercera etapa -de 145 kilómetros- del Tour Down Under, un Corkscrew que hizo decaer a Simon Gerrans y a Richie Porte, y dio el liderato al propio Evans.

El corredor aussie se escapó en la última subida a Corkscrew y en la bajada hacia la meta distanció a sus principales oponentes, sobre todo sus compatriotas Richie Porte (Sky) y Simon Gerrans (Orica), que no pudo seguirle en la ascensión y tuvo que conformarse con integrar el grupo perseguidor.

El vencedor del Tour de 2011 llegó a la meta con un crono de 3:34:05 y quince segundos de ventaja sobre el grupo que encabezaron el australiano Nathan Haas (Garmin) y el italiano Diego Ulissi (Lampre) -vencedor de etapa el día anterior- y en el que estaban el resto de favoritos.

Evans aún no se fía

«Sabía que tenía la oportunidad en la subida a Corkscrew y lo que tenía que hacer. Mi equipo hizo un trabajo fantástico. Es maravilloso volver a correr en Australia y ganar. Cuando tienes una oportunidad, tienes que apostar por ella. El equipo ha estado entrenando muy bien y tenemos un grupo muy sólido aquí. Ha sido un placer hasta el momento, así que espero poder dar alguna satisfacción más», indicó Evans, quien aseguró que aún no tiene ganada la carrera de su país -la de ayer es la segunda victoria de etapa de Evans en ocho participaciones en el Tour Down Under, con una mejor general en cuarta posición en 2002-.

Con la diferencia y la bonificación de 10 segundos, Evans dispone ahora en la general de doce segundos de ventaja sobre Gerrans, quince respecto a Ulissi, 27 sobre Haas y 29 sobre el holandés Robert Gesink. Todo ello a falta de tres jornadas, la primera de ellas hoy, una etapa entre Unley y Victor Harbor de 148,5 kilómetros de recorrido.

«Hoy (ayer) ha sido todo casi perfecto», dijo el propio Evans. «Es un buen comienzo, pero ahora miramos hacia el domingo. Tenemos que trabajar para nosotros mismos», añadió el corredor del BMC antes que recalcar que «gane o pierda, es muy bueno escuchar tanto acento australiano en carrera y ver tantas banderas australianas que hacen de esta carrera lo que es».

Uno de los `derrotados' fue Richie Porte, quien reconoció estar «un poco decepcionado». El también australiano añadió que «cuando se fue Cadel (Evans) traté de seguirle, pero no pude».

De todas formas, confía en sus posibilidades mañana, en una etapa que promete emociones. «Tengo muchas ganas de Willunga. Es una subida diferente. Ya veremos lo que pasa».