Anaitasuna pincha en Gijón
El equipo navarro concedió demasiadas ventajas al juego con el pivote Paraja y estuvo flojo en su ataque.

GIJÓN 26
ANAITASUNA 22
Anaitasuna desaprovechó la oportunidad de escalar hasta el quinto puesto tras un partido decepcionante en Gijón. Pese a su prometedor inicio, con un 5:1 defensivo con Chocarro como avanzado que desconcertó al Gijón y permitió despegarse a los navarros (1-4 en el minuto 5.30), Anaitasuna falló varios remates cómodos en los diez minutos siguientes, incluídos dos penaltis, que hicieron crecerse al meta bosnio Savic y permitieron recuperarse al Gijón, que se acercó de nuevo y se pegó como una lapa en el marcador el resto del partido, hasta que aprovechó su momento de despegarse mediada ya la segunda parte.
El equipo navarro nunca se asentó en defensa, donde se tragó una y otra vez todos los desmarques del pivote Angel Paraja, que casi siempre encontraba un espacio cómodo de remate y se habilitaba una buena línea de pase para que casi siempre Costoya, que atraía todas las atenciones de la defensa navarra, le metiera asistencias de gol que el pivote aprovechó perfectamente en la segunda mitad, tras haber desaprovechado cuatro remates claros en la primera parte y marcar cinco de cinco en la segunda. Antes, en la primera mitad, también el lateral bosnio Cakic sacó ventaja del marcaje sobre Costoya, el máximo goleador local, que ayer funcionó más como distibuidor de juego y asistente que como anotador.
Pero aún así los recursos asturianos eran limitados y, cada vez que Anaitasuna se concentró en mover el balón con paciencia y sentido en su ataque, en hacer varios pases seguidos y trabajar las ventajas con desdoblamientos y cruces, lograba goles sencillos, dando la impresión de que si se centraba lograría encarrilar el partido, pero no tuvo continuidad. Los cambios no aportaron casi nada, y el cansancio hizo mella en jugadores como Borragán, atolondrado en algunos lanzamientos y que además perdió varios balones importantes en la segunda mitad, cuando el partido estaba igualado, que propiciaron goles fáciles al contraataque al Gijón en un momento clave y le permitieron llevar siempre el mando.
Tras una guerra de nervios en la que se dieron 15 empates hasta el 18-18, una pérdida de balón propiciaba la primera diferencia de dos (20-18), y a partir de ahí Anaitasuna perdió el pulso.
La mala selección de tiro facilitó además la labor del portero Savic, que hizo varias paradas de mérito, pero también aprovechó el poco acierto rematador, sobre todo de los extremos diestros Chocarro y Goñi, e incluso de Reig, ayer por debajo de sus porcentajes habituales.

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