Los siete primeros clasificados se enfrentaban a los siete últimos en la 19ª jornada, y la lógica se impuso en todos los enfrentamientos. Las diferencias en la clasificación se mantienen por arriba y por abajo, pero con una jornada menos por delante, y en vísperas de la Copa hubo algunas novedades significativas que pueden tener su reflejo el próximo fin de semana en Alcobendas. El Rocasa pudo reservar a algunas jugadoras ante un Mar Alicante con bajas, incluyendo a su central paraguaya Faría, que se perderá la Copa al jugar con su selección los Juegos Odesur que se celebran en Chile.

Trojaola disputaba sus primeros minutos tras lesionarse su hombro izquierdo hace poco más de un mes, y la extremo izquierda canaria espera poder estar disponible para la Copa. En A Guarda debutaba Carmen Martín, y en Elche lo hacía la pivote croata Maja Popovic, que volvía al equipo tras dar a luz el pasado mes de julio. También regresaba su goleadora Musons, que lleva desde noviembre sin jugar por una fascitis plantar, dos buenos refuerzos cara a la Copa.

En este escenario la pelea por el título sigue al rojo vivo. Bera Bera pasaba como un ciclón por Córdoba, donde Eli Pinedo marcaba 10 goles que le permitían superar la línea de los 600 en Liga con el club donostiarra (607) y le dejan a dos de los 800 entre todas las competiciones oficiales. Además, el gol número 23 en la pista cordobesa, marcado por Patricia Elorza, significaba el número 19.000 del equipo (sumando Liga, Copa, Supercopa y torneos europeos), casi exactamente un año después de que Eli Pinedo marcara el 18.000 ante el Atl. Guardés, y casi dos del 17.000 de Libe Altuna al Mar Sagunto, ambos en Donostia.

Por detrás, Alcobendas sigue sorprendiendo gratamente por la solidez que demuestra, liderado por una Silvia Arderius que atraviesa el mejor momento de su carrera, pero muy bien secundada en todas las posiciones. Zuazo le plantó cara hasta donde pudo, pero las madrileñas no dejaron de apretar en ningún momento y acabaron imponiéndose con claridad.

MUY APRETADO ATRÁS. La derrota en casa mantiene a Zuazo en una posición tranquila, aunque le vendría bien sumar cuanto antes para asegurarse matemáticamente la permanencia, mientras Kukullaga continúa en la última plaza, aunque la situación se mantiene idéntica a la pasada jornada. Ninguno de los implicados en la lucha por eludir el descenso pudo puntuar, y tampoco las de Etxebarri, a pesar de marcar 33 goles fuera de casa. Con dos semanas por delante antes del próximo compromiso, que permitirán que Nogales pueda recuperarse de su torcedura de tobillo, las vizcaínas siguen teniendo buena parte de la solución en casa, y las tres próximas jornadas serán determinantes para su futuro en la elite, porque se enfrentará a tres rivales directos.