REAL SOCIEDAD 1

VALENCIA 0

La Real encarriló su clasificación europea con una victoria importantísima que le permite alejar en diez puntos y el average particular al octavo, un Valencia que llegaba a Anoeta como la principal amenaza para los siete primeros y encajó su sexta derrota consecutiva contra el equipo blanquiazul.

El de ayer fue un partido muy similar al jugado en Sevilla. Si entonces Unai Emery decidió jugar de una forma más defensiva de lo habitual, ayer Jagoba Arrasate apostó por dar más solidez a su equipo al colocar a Zurutuza y a Markel para dar consistencia al centro del campo. Asumió perder en ataque con la ausencia de Pardo y cedió la iniciativa al Valencia.

Y si en el Sánchez Pizjuán Griezmann protagonizó una clara ocasión que detuvo Beto antes de marcar Gameiro el gol que supuso la victoria, ayer también tuvo el Valencia la opción más clara hasta ese momento en un remate de Jonás que despejó Bravo y al minuto siguiente llegó el golazo de Agirretxe que valió los tres puntos.

Como en Sevilla, Jagoba Arrasate varió el estilo de juego de su equipo con un planteamiento defensivo, aunque con distintos dibujos y diferentes jugadores. Cambió el resultado, porque en ese tipo de partidos suele ganar el primero que marca un gol y ayer lo hizo la Real ante un rival que está peor que el andaluz.

De la misma manera que el partido del Sánchez Pizjuán mereció acabar en empate, el de ayer también porque ni la Real debió perder en Sevilla ni el Valencia ayer. Pero el fútbol es así. Le bastó con el paradón de Bravo, el golazo de Agirretxe y el serio trabajo defensivo del equipo para romper la serie de dos derrotas consecutivas sin hacer apenas méritos en ataque.

Un primer tiempo sin ocasiones

El primer tiempo se desarrolló sin ocasiones de gol porque ninguno de los dos equipos quiso asumir riesgos. Arrasate buscó reforzar el aspecto defensivo con la entrada de Zurutuza y su equipo mejoró en defensa no solo por su presencia, también porque el equipo estuvo mucho más junto que ante el Rayo y mejor colocado, sobre todo porque Markel fijaba mejor su posición que Elustondo.

Pero la Real perdió en ataque con la ausencia de sus dos referencias principales en el centro del campo, Pardo y Xabi Prieto. Sin el riojano Iñigo Martínez tenía que convertirse en el único iniciador del juego y tampoco tenían los blanquiazules la opción del capitán para iniciar el juego con un balón directo.

Así en todo el primer tiempo la Real apenas tuvo dos remates desde fuera del área de Griezmann en jugadas sin ninguna elaboración y tampoco aprovechó los cinco saques de esquina que botó para crear alguna oportunidad de gol.

En esa faceta de la estrategia estuvo mejor el Valencia con una falta ensayada que Piatti no acertó a a rematar en clara posición y en un remate complicado de Jonas que se marchó fuera. Si en ataque la Real no inquietaba, por lo menos tampoco sufría en defensa, solo lo hacía en su flanco izquierdo con centros laterales de Feghouli y Barragán.

El Valencia llevaba la iniciativa del juego, pero tampoco parecía estar muy necesitado de ganar para recortar distancias y dar la vuelta al average particular e incluso perdía el tiempo en una dinámica de partido que se mantuvo hasta que llegó el minuto que decidió el partido.

El minuto clave

Los tres puntos se decidieron en los escasos segundos que separaron la intervención de Bravo en un remate de Jonás en otra jugada de estrategia y el gol de Agirretxe en un gran cabezazo. Se suele decir que muchos partidos los deciden los porteros y los delanteros centros y el de ayer fue uno de ellos.

Era el primer remate que los blanquiazules enviaban entre los tres palos en todo el partido y eso les permitió insistir en el planteamiento serio inicial. La pena fue que a los pocos minutos Diego Alves sacó una buena mano en una clarísima ocasión de Griezmann tras perfecto servicio de Agirretxe.

Eso obligó a sufrir hasta el final del encuentro por el acoso al que le sometió el Valencia, que tuvo varias opciones de empatar, sobre todo en una de Jonás en la que Iñigo Martínez estuvo providencial para mantener tres puntos importantísimos.