Ganar como local está siendo una heroicidad en estos play offs de la NBA. Superando el golpe moral de verse perdiendo por 0-2, Houston Rockets y Chicago Bulls recuperaban algo de terreno en sus respectivos terceros partidos frente a Portland y Washington. En ambos duelos, el acierto en los triples fue clave para conseguir la victoria; 97-100 para los Bulls y 116-121 para Houston en una prórroga.

Por su parte, Brooklyn Nets sí que conseguía mantener su factor cancha al imponerse por 102-98 a Toronto, a pesar de los 30 puntos de DeMar DeRozan. Joe Johnson, con 29 tantos, fue el máximo anotador de la franquicia neoyorquina, pero hay que darle buena parte del mérito a Paul Pierce, que volvió a disfrazarse como The Truth, la Verdad. La otrora estrella de los Celtics pidió el balón para frenar la remontada canadiense y mostró su sangre fría clavando los siete tiros libres de que dispuso en los instantes finales.

WASHINGTON WIZARDS (2) - CHICAGO BULLS (1) (97-100). La última jugada del partido fue muy anticlimática, pero así sucedió. Con tres segundos en el reloj, Trevor Ariza y John Wall perdían la opción de buscar la prórroga a la desesperada; Ariza capturaba el rebote y le daba el pase a un Wall que había perdido la referencia del esférico, pensando que su compañero iba a jugársela, dando así la victoria para unos Bulls que se aferraron al tremebundo acierto de Mike Dunleavy Jr., autor de 35 puntos, gracias a un bestial 8 de 10 en lanzamientos triples.

«El entrenador mencionó algunas cosas acerca de cómo obtener un poco más de mí en situaciones de recibir y tirar, y lo hicimos esta noche», dijo Dunleavy, que pronto sintió que iba a ser su noche. «Un par de bandejas fáciles desde el principio entraron, y supe que tenía una de esas noches», añadía.

Liderados por su inspirado tirador, los de Tom Thibodeau firmaban un 12 de 24 desde más allá de la línea del triple, algo que compensó sus 18 pérdidas y que Hilario y Gortat superaran una vez más a Noah y Boozer en la pelea por el rebote. Amén de Dunleavy, Gibson y Augustin, igual que Boozer gracias a un par de rachas, superaron la decena de puntos, igualando los 48 tantos sumados por Beal y Wall, más los 16 que anotaba Ariza. Butler, con un buen final de partido, puso la guinda al partidazo de los Bulls sumando seis puntos consecutivos para voltear el marcador definitivamente en los instantes finales.

PORTLAND TRAIL BLAZERS (2) - HOUSTON ROCKETS (1) (116-121). El primer cambio respecto a los dos partidos de Houston fue que Aldridge «solo» anotaba 22 puntos, con un 8 de 23 en tiros, gracias a la defensa de Howard, plena de movilidad e intensidad. Asimismo, James Harden volvió a mostrar su mejor cara con 37 puntos, imparable para todos sus defensores.

No obstante, el partido se fue a la prórroga gracias a los 30 puntos de Lillard y un triple postrero de Batum, después de que Jeremy Lin errase una fácil bandeja para decidir el partido. En el tiempo extra, los Blazers se adelantaban 116-112, pero un parcial de 0-9 daba aire puro a los texanos. En esa remontada final tuvo mucho que decir el novato Troy Daniels, autor de un triple providencial con empate a 116 en el marcador.

BROOKLYN NETS (2) - TORONTO RAPTORS (1) (102-98). Los pupilos de Jason Kidd establecían el primer puntal a su triunfo a domicilio a base de sumar su primera victoria en casa. Deron Williams, con 22 puntos y 8 asistencias, y Joe Johnson, con 29 tantos, lideraban el juego neoyorquino, mientras que entre los Raptors, pese a la aportación en la intendencia de Greivis Vasquez y Jonas Valanciunas, DeMar DeRozan se quedaba demasiado solo en anotación.

Los Nets parecían haber roto el partido al escaparse por 93-78 hacia la recta final del cuarto período, aunque nada más lejos de la realidad. DeRozan siguió metiendo canasta tras canasta hasta llegar a los 30 puntos y el reserva Patrick Patterson (17 puntos a golpe de triple) conseguía poner el marcador 94-91 primero y 98-97 después. Además, Deron Williams acusaba la presión errando tiros libres y Garnett cometía su sexta falta.

En esas emergió Paul Pierce, dando su penúltima lección como clutch player, amarrando el triunfo local con sus tiros libres.