Arnaitz GORRITI
Derbi en el Buesa Arena

El mundo casi se queda al revés

Bilbao Basket tuvo hasta 16 puntos de ventaja merced a un chaparrón de triples, con mención especial para Markota, aunque anotaron de tres todos los jugadores bilbainos. Los gasteiztarras reaccionaron tras el receso pero solo Heurtel decidió en el último minuto.

LABORAL KUTXA BASKONIA 76

BILBAO BASKET 70

El mundo al revés, o casi. El cansancio y la irrupción final de Heurtel libraron al Laboral Kutxa Baskonia de sucumbir ante un Bilbao Basket que le echó orgullo y triples, hasta el punto de meter el miedo en el cuerpo a amigos y enemigos.

El arranque no invitaba a pensar en un paseo del Laboral Kutxa Baskonia, ya que para cuando los de Scariolo empezaban a desperezarse, Bilbao Basket se imponía por 0-9, con un triple anotado por Gabriel, Markota y Bertans. Casi todos los ataques bilbainos terminaban con lanzamiento triple de los hombres de negro, que trataban de no encarar a Pleiss, pero que conseguían posiciones francas de tiro. Por contra, la escuadra baskonista solo despertaba de la mano de San Emeterio, el único entre los locales capaz de anotar de lejos y con un tino que sus compañeros no terminaban de mostrar. Sergio Scariolo, después de que Mumbrú y Gabriel metieran sendas canastas de dos y tras el segundo triple de Markota, paraba el derbi con 13-19 en el marcador.

A base de visitar la línea de tiros libres y de ponerse las pilas en defensa, Laboral Kutxa Baskonia establecía la igualada a 19, aunque el cuarto terminaba con ventaja vizcaina después de un parcial de 0-7, tras sendas canastas de Grimau y Gabriel, más un triple de Markota a pase de Raül López sobre la bocina.

El parcial bilbaino se estiró hasta 0-12, con canastas de Gabriel y un triple de Alberto Díaz. Francamente, eso no estaba en el guión de nadie, después de que la semana bilbaina hubiera dado para cualquier cosa excepto para preparar un derbi.

Después de un mal primer cuarto, Nocioni regresaba con nuevos bríos a la cancha, encadenando cinco puntos y un taponazo sobre Samb. Incluso la polémica y los roces tuvieron un pequeño espacio cuando Mumbrú le sacó una falta en ataque al alero de Santa Fe. Laboral Kutxa Baskonia se arrimaba 30-35 en lo que parecía un concurso de triples, concurso en el que Bertans tomaba parte clavando otro tiro lejano para dar ventaja a los de Rafa Pueyo. Más aún, hasta Mamadou Samb enchufó desde más allá de los 6,75 metros -la decimoquinta del partido-. Scariolo, viendo que el derbi se le desmadraba por momentos, paraba el tiempo una vez más porque Bilbao Basket se volvía a escapar con una renta sobre los diez puntos: 32-43.

Los locales, desquiciados

Cualquiera hubiera dicho que los graves problemas económicos afectaban a los de Scariolo y Kerejeta, porque el desconcierto en las filas locales era absoluto. Heurtel, de hecho, se ganó una técnica que obligó a su entrenador a quitarlo, lo cual fue un poreludio de otro parcial, este de 0-5, que ponía la máxima ventaja para los hombres de negro, 33-48, y un tiempo muerto en medio de la pitada de Zurbano. al descanso, una canasta de Poeta colocaba el 35-48 y muchas dudas en el ambiente.

Los aficionados congregados en el Fernando Buesa Arena, tanto de uno como de otro bando, no daban crédito a lo que estaban viendo. Rafa Pueyo, sobreexplotando nuevamente a su guardia de corps, conseguía que estos sacaran un rendimiento realmente increíble viendo el contexto en el que se viene moviendo la escuadra vizcaina desde hace demasiado tiempo. Mientras, las tan voceadas ansias de «revancha» por parte del Laboral Kutxa Baskonia no asomaban por ninguna parte.

Cansancio y nervios

Pese al enésimo triple de Markota y una continuación convertida por Gabriel, Bilbao Basket arrancaba en el tercer cuarto mostrando signos de cansancio, fruto del escaso entrenamiento semanal y la aún más escasa rotación. Mientras, los locales conseguían un parcial de 8-0 a base de entradas a canasta. Esta vez era Pueyo quien pedía tiempo.

Gabriel cometía la cuarta falta y parecía que el Baskonia entraba en erupción, sobre todo porque defendía. Pero tras ese ímpetu también había errores, contagiados en todos los jugadores y hasta la grada.

El marcador reflejaba 51-57 al inicio del último cuarto. En tres minutos, gracias a la garra de Poeta, Laboral Kutxa Baskonia al fin empataba: 61-61 y además Raül López se hacía daño.

Volvían los nervios y hasta un «dos más uno» de San Emeterio, 66-63, nada se movía. Y entonces empató Mumbrú, Markota clavaba el 66-69 y Heurtel volvía a empatar. El base francés, como en La Laguna, aparecía para rescatar a los gasteiztarras: 72-70, seguido de un tapón de Nocioni y Gabriel. La quinta falta y técnica del andaluz fueron la puntilla, después de que el mundo hubiera estado a un tris de quedar al revés.

Los entrenadores, disgustados por la «inmadurez» y el criterio arbitral

Hubo quejas para todo. Los entrenadores no estaban felices, entre el criterio arbitral para Rafa Pueyo y la «inmadurez» de los suyos para Sergio Scariolo.

Rafa Pueyo casi que arrastraba los pies. «Quiero felicitar a mis jugadores por el esfuerzo realizado y dar las gracias a los aficionados», comenzó.

«Hemos hecho una magnífica primera parte, con acierto y pasándonos bien el balón, muy concentrados para sacar las ventajas. La segunda ellos han subido mucho la intensidad y agresividad, y no hemos sido capaces de seguir encontrando ventajas. En el último cuarto, el acierto de Heurtel en el triple ha sido decisivo, y también la diferencia en tiros libres. Concretamente Gabriel, cuando es de los que más faltas recibe, no ha tirado», culminaba.

Pueyo también reconoció que «no es fácil, pero, independientemente de si vamos a cobrar o no, el lunes hemos quedado para entrenar. Toca gestionar el grupo con mano izquierda, y el grupo es de gente con orgullo. Tenemos tres partidos en casa, y esperamos terminar con más victorias», recalcó, al tiempo que anunciaba que «Raül López se ha hecho un esguince de tobillo».

Tampoco era mucho mejor el semblante de Scariolo. «Hay una lectura positiva de cohesión, de no rendirse nunca. Pero hemos empezado el partido muy distraído y por no entrar duros. Ellos además han tenido un gran acierto. También hemos abusado del triple en la primera parte», hizo autocrítica.

«Teníamos que poner energía y jugar sin prisas. Lo hemos hecho, con una recuperación paulatina, posesión a posesión y defensa tras defensa, con la conciencia de que tenemos que saber centrarnos en la tarea que tenemos, hay que guardar esta recuperación entre lo positivo», acabó. A. G.