LAB reunió en el Primero de Mayo en las 28 manifestaciones que realizó en las capitales, comarcas y pueblos significativos de Euskal Herria a más de 30.000 personas, según comunicó el sindicato.

Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, consideró esencial en la Plaza Nueva de Bilbo hacer frente «al contexto brutal de paro, emergencia social y pobreza con medidas de protección social» que, sin embargo, «no se adoptan, y que dejan a los jóvenes, a las mujeres y a los pensionistas sin futuro para tener una vida digna». Para la secretaria general de LAB, «no es un problema económico. Euskal Herria tiene riqueza y recursos suficientes para garantizar los derechos sociales que nos corresponden a todas y todos».

A su juicio, el problema se encuentra en que existe «una cuadrilla de chorizos que se quedan con la mayor parte de los recursos. Hace unos años el dato evidente era que más del 40% de la riqueza de Bizkaia estaba en manos solo de un 2% de la población vizcaina». Etxaide tampoco acepta que el problema sea competencial. «Con las actuales competencias no se puede construir un modelo social nuevo para toda Euskal Herria, pero se puede repartir el trabajo y la riqueza. Se puede reducir la jornada, mejorar salarios, invertir en servicios públicos y en tejido productivo».

No se olvidó, por otra parte, de otro elemento esencial: una reforma fiscal que «sirva para redistribuir la riqueza y nos dote de recursos para financiar estrategias económicas reales. Se puede. No es un problema económico, sino exclusivamente político, pero se atasca porque se le da el poder a una élite económica». Que, a su vez, también frena «la cuestión del derecho a decidir porque -según dijo- por mucho que se empeñen, no es una cuestión identitaria, ni es un problema nacionalista, es el principal problema nacional y social de este país. Se nos niega el derecho a decidir para que sean otros los que lo ejercen. Porque decidir, se decide».

Kutxabank, ejemplo

Puso un ejemplo que estos días está en boca de todos: Kutxabank. «Han decidido qué hacer con nuestra capacidad de ahorro, y lo ponen a disposición de un negocio bancario, en vez de ponerlo al servicio del tejido productivo vasco», afirmó.

Acusó al PNV, por otro lado, de que «con esas políticas que está aplicando» será «imposible salir de la crisis en breve plazo».

Etxaide destacó que otro elemento esencial encima de la mesa en este Primero de Mayo es el diálogo social. Advirtió al PNV que «es imposible el diálogo social sobre su estrategia, que cuenta con un acuerdo de estabilidad institucional con PSE y PP y con una alianza intocable con Confebask». Por lo que la líder de LAB se preguntó si un acuerdo sobre esa materia importante sería «para dar cobertura a las políticas actuales y para construir un dique de contención a un espacio soberanista capaz de ser la alternativa a la derecha de este país».

Sin embargo, Etxaide destacó que «esa estrategia de libro» del neoliberalismo no es mayoritaria. «El problema es suyo. No es lo que apoyan la mayoría de los trabajadores. Ese es su problema y ese es el valor real de la mayoría sindical vasca». Por lo que llamó a avanzar «en una alianza estable» con ELA.

Considera que «es ahí donde logramos la capacidad de transformación y de ser agentes activos en un proceso de soberanía que dispute poder al Estado español y a la élite económica que está dictando nuestro futuro». En este camino, «la economía estaría al servicio de la sociedad y de los trabajadores, que serían protagonistas reales de la salida de la crisis. Es la mejor apuesta que podemos hacer desde el sindicalismo vasco».

La secretaria general de LAB recordó, por último, a los prisioneros vascos y dijo que «con más de 500 presos en las cárceles no hay proceso soberanista».

En Donostia, por otro lado, Joseba Permach en nombre de Sortu, acusó al lehendakari, Iñigo Urkullu, de presentar «casi semanalmente» planes «viejos» y «caducos» envueltos en «celofán» para «aparentar que está haciendo algo» ante la crisis, pero sin dotarlos de «financiación» y «sin ningún tipo de planteamiento nuevo».